Historia

¿Por qué falta la mitad del Coliseo Romano?

Diferentes momentos de la historia han modificado la estructura inicial

Imagen aérea del coliseo romano
Imagen aérea del coliseo romanolarazon

El ser humano es caprichoso por naturaleza. Desde el inicio de los tiempos nos hemos empeñado en elaborar construcciones que traspasan los límites de la imaginación para honrar a dioses o, simplemente, cumplir nuestras banalidades.

Estructuras y procesos gigantescos se han erigido por todo el mundo desde que el ser humano conquistó estos territorios en busca de un nuevo hábitat. Por este motivo, cada lugar del planeta Tierra cuenta con algunas maravillas de distintas edades que consiguen ser la envidia de la zona y que perduran miles de años.

Aunque hayan existido construcciones de todo tipo algunas siempre han buscado la mejora de la vida de los ciudadanos. Otras, en cambio, se han conformado cn demostrar la gloria o poderío de un imperio al resto del mundo, un hecho que todavía perdura hoy en día.

Descubiertas con mentiras o tras la búsqueda incesante de arqueólogos al más puro estilo Indana Jones, muchas de las grandes estructuras históricas todavía se mantienen en pie gracias al trabajo de los amantes de la historia. Las ruinas de lo que fue el Imperio Romano son un claro ejemplo de como la conservación permite conocer a fondo todo lo relacionado con las civilizaciones que sentaron las bases de lo que la humanidad es en la actualidad.

Uno de los monumentos más conocidos y visitados en todo el mundo es el Coliseo Romano. Esta estructura está considerada toda una maravilla de la humanidad que con más de 1.500 años a sus espaldas todavía consigue ser una de las mayores envidias en el mundo entero.

Uno de los aspectos más característicos del edificio es la falta de prácticamente la mitad de su estructura. Allí donde según algunos textos se habían llegado, incluso, a celebrar batallas navales presenta en la actualidad apenas medio edificio, hecho que no resta belleza y espectacularidad al lugar.

Aunque el Coliseo haya visto pasar el tiempo y millones de ciudadanos cuenta con unos hechos que lo han llevado a su estado actual. Como suele ocurrir en estos casos no existe un solo causante aunque si que parecen haber dos grandes situaciones que han provocado que en la actualidad su estructura se haya visto reducida a la mitad de lo que fue en su día.

Solo medio Coliseo

El Anfiteatro Flavio como se le conocía inicialmente fue construido entre el año 72 y 80 d.C. con la idea de celebrar juegos y otras actividades de entretenimiento. Así, tras la caída del Imperio Romano el lugar fue utilizado por los bizantinos con peleas de gladiadores u obras de batalla hasta entrada la Alta Edad Media cuando el edificio fue abandonado.

El primer punto que modificó la estructura del edificio fue precisamente este abandono en el medievo. Muchas de sus elementos fueron utilizados para construir otras edificaciones e, incluso, el lugar fue utilizado de vertedero o de templo años más tarde.

Algunos edificios en Roma fueron construidos, así, gracias al Coliseo que consiguió resistir el expolio de sus materiales con firmeza. Aun así, y tras su uso como cantera para otras construcciones el proyecto ideado hace unos 2.000 años todavía sufriría algunas modificaciones por culpa de fenómenos naturales.

Una serie de terremotos en el siglo XIV conllevaron una perdida gradual de la edificación debido a las fuertes sacudidas. Estos provocaron en el anfiteatro una decadencia nunca vista hasta la fecha que fue plasmado en algunas pinturas de la época que todavía veían el Coliseo como un elemento clave del pasado Imperio Romano.

Aun así, el anfiteatro consiguió resistir más de cinco siglos hasta la actualidad donde las humanos modernos hemos tratado de conservarlo y mejorar la dañada estructura. En la actualidad más de seis millones de personas lo visitan cada año reconociendo esta edificación, Patrimonio de la Humanidad desde 1980, como uno de los símbolos de Italia y la arquitectura histórica.