Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

Magallanes, Sanlúcar y el origen de la excelencia cultural

Fue el primer hito histórico que puso a esta localidad en el mapa del mundo, sirviendo de inspiración para artistas de todas las disciplinas
larazon
La Razón

Creada:

Última actualización:

A la hora de describir su paisaje artístico fetiche, Carmen Laffón hablaba de cómo “la luz se derrama sobre este paisaje de tierra, mar, arena, río, marismas, de espacios infinitos al que me asomo una y mil veces intentando trasladar al lienzo la emoción y la intensidad de su contenido”. Con estas palabras, que pronunció en su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la artista se refería a la ciudad que le vio crecer y apagarse: Sanlúcar de Barrameda. Esta localidad gaditana era magia para sus pinceles, tema principal en sus cuadros, pues tanto su paisaje como esencia le servían de inspiración. Una sensación que no es exclusiva de Laffón, sino que se extrapola a otras disciplinas y que han compartido numerosos artistas, lo que coloca a Sanlúcar en un estatus social y cultural cada vez más elevado.
Durante estos últimos meses, se han venido celebrando varios eventos en conmemoración de la primera vuelta al mundo, hazaña encabezada por Juan Sebastián Elcano y Fernando de Magallanes, y que partió y terminó en Sanlúcar de Barrameda. En plena desembocadura del río Guadalquivir, esta expedición se inició el 20 de septiembre de 1519 y finalizó el 6 de septiembre de 1522. El principal propósito era el de abrir una ruta comercial con “la isla de las especias”, y de las cinco naves que partieron de la localidad gaditana tan solo llegó a puerto la Nao Victoria, junto a los 18 hombres que, de los 265 iniciales, sobrevivieron a la circunnavegación, entre ellos Elcano.
Fueron tres años que cambiaron el rumbo de la historia, particularmente de nuestro país. Supuso la primera gran globalización, perpetrada desde nuestras fronteras y que trajo consigo el descubrimiento de una fauna y una flora excepcional a ojos europeos. Además, significó el inicio de un gran sistema de intercambio entre continentes, así como funcionó como raíz de nuevas rutas comerciales y acercamientos culturales que ampliaron y asentaron la perspectiva que entonces se tenía del planeta. Una aventura que, por tanto, fue causa de la excelencia histórica y cultural de nuestro país, que rara vez presume, celebra o difunde este tipo de hitos como realmente merecen.
Además, en términos territoriales, gracias a esta exploración se localizó y nombró el Estrecho de Magallanes, avistado el 21 de octubre de 1520 tras la insistencia del explorador de que debía existir un canal que conectara el Océano Atlántico con el Pacífico. Un descubrimiento que conllevó a transitar la Patagonia, así como esta hazaña puso nombre a las islas de los Ladrones, dio con las laberínticas Filipinas y nominó a la Tierra del Fuego o al Océano Pacífico. Respecto a este último, Magallanes bautizó así a esta gran masa azul cuando, en noviembre de 1520, tras viajar por las aguas turbulentas del Estrecho, llegó a quietas y “pacíficas” zonas con favorables vientos para la navegación.
Una historia, por tanto, fundamental ya no solo para nuestro país, sino que conlleva una trascendencia fundamental a nivel mundial. Y es por ello que cabe resaltar los numerosos actos que se han venido realizando durante estos meses en conmemoración a este V Centenario, y sobre el que Sanlúcar de Barrameda ha jugado papel esencial. Y es que no hay nada de fortuito en presumir cuando se tienen motivos, y esta localidad los tiene de sobra. Con esto, y si bien aún hay trabajo por hacer en términos de cuidado del patrimonio y de la memoria de este tipo de hazañas, sí se demostró el pasado viernes las múltiples oportunidades de celebrar lo nuestro a través de una de las bodegas de referencia de dicha ciudad: se celebraron los I Premios Barón Sherry Vip, que reconocieron la excelencia y proyección de Sanlúcar. Desde Victorio y Lucchino hasta José Manuel Soto, pasando por el XXII Duque de Medina-Sidonia o Carmen Laffón -a título póstumo-, recibieron en este certamen un reconocimiento que, como hilo conductor, mantenía ese mismo esplendor que orquestaron Elcano y Magallanes con una expedición que, hasta hoy, lucha por gozar cada vez de mayor reconocimiento y proyección.