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¿Por qué los muñecos del futbolín en España tienen dos piernas?

El juego cuenta con distintas opciones en cada lugar del mundo
La Razón
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Los humanos hemos buscado formas de entretenernos durante prácticamente toda la evolución. Las civilizaciones más antiguas ya disponían en su momento de entretenimiento. Los deportes, posiblemente, han sido la máxima expresión de diversión para las personas, aunque existen muchos otros tipos.
Los romanos, por ejemplo, organizaban juegos para entretener a la población. Así, durante días los ciudadanos podían disfrutar de todo tipo de deportes u otras actividades que conmemoraban un hecho especial para el Imperio.
Así las cosas, en pleno siglo XXI el entretenimiento deportivo no ha cambiado un ápice. Hoy en día millones de personas se congregan frente al televisor u otros medios para presencia distintos eventos deportivos. Una final de la Copa del Mundo de fútbol o la celebración de los Juegos Olímpicos son dos de los claros ejemplos.
El fútbol en España es el deporte por excelencia. Pese a que han aparecido otros con fuerza en los últimos años el balompié suele monopolizar la mayoría de discusiones de ámbito deportivo.
Sin embargo, no todo el deporte es a máximo nivel. Incluso, existen todo tipo de juegos que se inspiran en algunos deportes y que han entretenido a millones de personas durante décadas.
El futbolín en España
El futbolín es, con total probabilidad, el juego más conocido por gran parte de los españoles junto al parchís. Este juego es uno de esos planes junto a amigos en los que la diversión está asegurada. Además, es un imprescindible en bares, centros lúdicos y su uso es universal, pues tanto profesionales como principiantes pueden disfrutar de él.
Nacido en el año 1937, el futbolín, es uno de los juegos más extendidos del planeta. Sin embargo, muchos no saben que existen distintos tipos con pequeñas diferencias como en el caso de España.
En España los muñecos cuentan con una pequeña curiosidad que los distingue del resto. Estos cuentan con dos piernas separadas en vez de tenerlas unidas o contar con un taco al final de las extremidades.
Aunque en el año 1890 empezaron a aparecer los primeros intentos de crear una versión de mesa del fútbol, la primera patente no sería aceptada hasta 1923. Así, la idea del británico Harold Searler Thorton tomó forma forjando una leyenda del entretenimiento. Sin embargo, en España conocemos el futbolín gracias a un gallego, Alejandro Finisterre, que en 1937 patentaría el juego en nuestro país.
La principal novedad del invento residía en las piernas de los muñecos. La versión española cuenta con dos piernas a diferencia del resto. Esto podría deberse a que el inventor ideó el juego mientras se encontraba en un hospital a causa de unas heridas provocadas en la Guerra Civil. Allí, Finisterre, pudo observar como muchos niños se encontraban en los centros sanitarios sin poder jugar a lo que más querían, el fútbol.
Así las cosas, este poeta, inventor, editor y periodista confió en un amigo carpintero vasco, Francisco Javier Altuna, la fabricación de su futbolín. Sin embargo, Finisterre se vio obligado a exiliarse en Francia y posteriormente en Sudamérica donde expandió su inventó. No obstante, los papeles de la patente se perdieron por culpa de sus escapatorias sorprendido por una tormenta. Por ello, no se sabe cómo era este diseño original ni su forma o medidas. Aun así, la idea de Finisterre y las dos patas en los muñecos, posiblemente a causa de buscar un mayor realismo y por condescendencia de los niños hospitalizados, sigue hoy en día vigente en España.