Restos constructivos visibles en el yacimiento de La Marañosa, ubicado en Madrid

Una comunidad al final de la Hispania

Dos fortificaciones se sitúan en la ribera del río Jarama, un espacio para el control del valle y que, según los investigadores, es el Albende descrito en la capitulación de Toledo tras su toma en 1085




«Cuauhxicalli» o vasija de piedra para depositar los corazones de los sacrificados

El sacrificio humano azteca, más allá del tópico

Es una de las prácticas rituales de los mexicas que más ha llamado la atención de cronistas e investigadores, que han logrado profundizar en el conocimiento de estas costumbres sorteando las imprecisiones o sesgos condicionados por juicios de valor.



Níobe intenta proteger a sus hijos de Artemisa y Apolo en una obra de Jacques-Louis David

La magia, contra el dolor infantil romano

En Roma, menos de la mitad de los niños alcanzaban los diez años. No extraña que los padres optasen por diversas estrategias para proteger a sus hijos, como el uso de amuletos o gesticulando con las manos


Caravana de camiones franquistas en el Alto Tajo

Morir de frío en los frentes olvidados de la Guerra Civil

La guerra no se detuvo durante los inviernos entre 1936 y 1939. Más allá de la conocida batalla de Teruel, la guerra total impuso dramáticos combates a miles de luchadores de ambos bandos en unas condiciones extremas, a más de 21 grados bajo cero, hambrientos, a la intemperie y mal equipados


Reunión plenaria del Partido Comunista de España en el exilio. En la presidencia, de izquierda a derecha: Enrique Líster, Francisco Antón, Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri y Joan Comorera.

Los traidores del Partido Comunista

El libro «Falsos camaradas» explora cómo una de las claves para desmontar la clandestinidad por parte del franquismo fueron los traidores comunistas, que llevaron al desastre a sus compañeros






Representaciones en cuero de escitas, donde se ha identificado piel humana y animal

La piel que habitaban los escitas

Este mítico pueblo nómada, que habitaba las estepas del sur de Rusia y Ucrania, acostumbraba a cortar las cabezas de sus enemigos, a desollarlos y a usar sus pieles como símbolo de valía