Historia

La Nueve: Españoles en la liberación de París

La compañía formada en su mayoría por republicanos españoles, formó parte de la vanguardia aliada que primero entró en la capital francesa el 24 de agosto de 1944

Multitudes de patriotas franceses se alinean en los Campos Elíseos para ver los tanques de la Francia Libre y los semiorugas de la 2.ª División Blindada del general Leclerc pasan por el Arco del Triunfo, después de la liberación de París el 26 de agosto de 1944.
Multitudes de patriotas franceses se alinean en los Campos Elíseos para ver los tanques de la Francia Libre y los semiorugas de la 2.ª División Blindada del general Leclerc pasan por el Arco del Triunfo, después de la liberación de París el 26 de agosto de 1944.Library of the Congress

La punta de lanza de la liberación de París era la Columna Dronne, integrada por tropas diversas de la 2.a División Acorazada francesa, entre ellas varias secciones de la 9.ª Compañía de Combate del 3.er Regimiento de Marcha del Chad, «la Nueve», integrada en su mayoría por exiliados españoles. Su capitán, Raymond Dronne, daba nombre a la fuerza «ad hoc» que dirigía sobre una ciudad de París que llevaba días levantándose contra las fuerzas alemanas que trataban de retenerla en su oxidado puño de hierro. La columna consiguió eludir las defensas alemanas hasta la plaza del Ayuntamiento. Entonces, al posicionarse en una esquina del mismo, junto al río Sena, un semioruga aliado recibió varios disparos provenientes de los tejados situados enfrente, a lo que este replicó ametrallando la zona para neutralizar la amenaza. En el intercambio, la lámpara del gran salón del Ayuntamiento fue alcanzada, enfriando temporalmente la euforia de quienes recibían al capitán Dronne y sus oficiales en ese momento, plúmbeo recordatorio de que los alemanes seguían ahí fuera.

A la mañana siguiente la Columna Dronne emprendió una misión de crucial importancia: hacerse con la central telefónica de los Archivos Nacionales, centro neurálgico de las comunicaciones telefónicas de París, ocupada por tropas alemanas que la habían minado y amenazaban con destruirla. Para emprender esta ofensiva, el capitán Dronne constituyó dos destacamentos: uno a las órdenes del teniente Michard y el otro bajo el mando del alférez Elias. Por el itinerario de la calle de los Archivos, a las órdenes de Michard, habrían de avanzar dos tanques Sherman, tres semiorugas de la Nueve y otro semioruga de la sección de zapadores del 13.er Batallón de Ingenieros. Por su parte, a través de la ruta de la calle del Temple y al mando de Elias avanzarían el Sherman Romilly y cuatro semiorugas –dos de la Nueve y otros dos de zapadores–. Dos guías voluntarios ayudaron a ambos destacamentos a desplazarse por la ciudad. Los combatientes de las Fuerzas Francesas del Interior (FFI), es decir, la resistencia, acompañaron a las tropas aliadas en todo momento, abriendo camino junto con los infantes de la Nueve, seguidos por los Sherman y con los zapadores en la retaguardia de ambas fuerzas.

Los destacamentos se pusieron en marcha a las 9.15 horas, con el capitán Dronne acompañando al teniente Michard, mientras el teniente Amado Granell se quedaba al mando del resto de las tropas de la Nueve presentes en la ciudad. Poco antes, a las 9.00, las FFI empezaron a atacar ya el cuartel Príncipe Eugenio, situado al final de los dos itinerarios. Las tropas de Michard no encontraron alemanes en su avance pero, desgraciadamente, su guía se desorientó y la fuerza acabó pasando de largo el objetivo, para sonado disgusto del capitán Dronne.

En cambio, en la calle del Temple, el alférez Elias encontró varios focos de resistencia procedentes de la propia central telefónica y de un inmueble próximo. El Sherman Romilly sobrepasó el objetivo y al adelantarse Elías para evaluar la situación y precisarle su misión, resultó herido por una ráfaga disparada desde una ventana del inmueble. Quienquiera que efectuara los disparos saltó por los aires cuando los soldados de la Nueve emplearon un lanzacohetes para neutralizar la amenaza. Poco después, el joven subteniente Caron, quien había salido del Romilly para ver de dónde procedían los disparos, terminó alcanzado en una pierna, falleciendo al llegar al hospital.

Desactivar los explosivos

A las órdenes ahora del subteniente Neyret –quien había relevado a Elias–, el destacamento consiguió finalmente conquistar la central de los Archivos. Los zapadores se ocuparon de desactivar y retirar los explosivos, empleando para ello a los mismos zapadores germanos que los habían puesto. Después, el capitán Dronne dejó a su segunda sección en posición defensiva a la altura de la calle Dupetit Thouars, frente a la plaza de la República y el cuartel Príncipe Eugenio, donde seguían atrincheradas algunas tropas alemanas. Al final de los combates por la central habían perdido la vida una docena de alemanes y alrededor de treinta habían sido capturados. Tras la acción, Dronne regresó a la plaza del Ayuntamiento y a las 12.00 autorizó a los Sherman del teniente Michard a reagruparse con su unidad de origen –el 501.er Batallón de Carros de Combate–, que estaba batallando en el barrio del Luxemburgo. Con ese movimiento acabó la epopeya de la Columna Dronne como tal, mientras cada vez más fuerzas aliadas se habrían camino por París, oficialmente dada por liberada al día siguiente.

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