Esta es la moneda española que puede valer dos millones de euros. ¿La tienes?
Algunos objetos son reamente codiciados por los coleccionistas que llegan a desembolsar grandes cantidades de dinero
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Pese a que el dinero en efectivo se encuentra en pleno retroceso tanto monedas como billetes han acompañado al ser humano desde hace siglos. Las primeras, además, llevan mucho más tiempo entre nosotros siendo un gran ejemplo de objetos históricos.
Las monedas han formado parte de nuestras vidas desde hace miles de años y aunque cada vez su uso retroceda se resisten a desaparecer. incluso, es un elemento todavía imprescindible en las sociedades actuales pese a que la digitalización se empeña a hacerlas desaparecer. Sin embargo, pese ser un objeto cotidiano el origen de su curiosa forma redonda es un misterio para muchos. Además, los cambios a lo largo de los siglos del tipo de moneda usada les ha llevado a ser un objeto de deseo para los coleccionistas.
Gracias a todo lo que puede suponer una moneda su precio en el coleccionismo es capaz de ascender a altas cifras. Así, un Centén segoviano de 1609 se convirtió en la moneda de oro más valiosa de la historia tras superar los 940.000 euros en Áureo & Calicó.
La venta se produjo en el año 2009 por lo que algunos expertos consideran que su precio podría, incluso, ser muy superior hoy en día y rondar los dos millones de euros. Su valor tan elevado se debe a distintos factores aunque el principal es la gran escasez de esta moneda de oro tan antigua.
El centén equivalía a 100 escudos de oro. Estos se acuñaron entre 1609 y 1633 y en la actualidad solamente existen tres ejemplares. Fue emitido bajo el reinado de Felipe III, Felipe IV y Carlos II aunque el vendido perteneció a la época del primer monarca.
Con una longitud de 70 milímetros y un peso de 340 gramos, según el catálogo de Numismática Española, solo se acuñaron cuatro ejemplares, uno por cada año del cual se tiene constancia de su producción.
Están consideradas como algunas de las monedas de oro más grandes de la historia. Además, algunas investigaciones señalan que su valor en la época era de reconocimiento. Así, los monarcas lo utilizaban para premiar a personajes destacados de la nobleza castellana en tiempos de Felipe III.
Cabe destacar, además, que existe otro ejemplar en el Museo Arqueológico Nacional de España en Madrid, cuyo inventario cuenta con el número 108085 para aquellos curiosos que deseen investigar.