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De las gafas a la cerveza: 6 inventos de la Edad Media que forman parte de nuestra vida cotidiana

En esta larga época histórica, siempre definida como un periodo de tiempo oscuro, se produjeron ciertos avances que cambiaron el destino de la humanidad
En la Edad Media, los monjes eran de las pocas personas que sabían leer y escribir
En la Edad Media, los monjes eran de las pocas personas que sabían leer y escribirLa Razón
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

Madrid Creada:

Última actualización:

La Edad Media es la época del feudalismo y del fin del Imperio romano, del teocentrismo y la pintura religiosa de Fra Angelico, Donatello o Giotto. Es la época, ante todo, de la exaltación del ingenio, pues se produjeron grandes inventos que cambiaron el mundo y que, además, llegan a nuestros días. Durante la Edad Media se realizaron grandes avances en diversas disciplinas, inventos que arrojaron luz a una época marcada por la oscuridad y que abrieron el camino hacia el esplendor renacentista. Se trata de unos avances que, además, siguen siendo útiles hoy día, hasta el punto de formar parte de nuestra vida cotidiana. Lo más cercano y menos llamativo que le rodea puede haber sido inventado en esta época histórica, y estos son algunos ejemplos de estos elementos imprescindibles.
Desde mediados de la Edad Media, ya existía la imprenta, pero se produjo un avance que nombró a su inventor como padre de esta técnica. Se trata de Johannes Gutenberg, quien, tras años de investigaciones en secreto, creó un sistema de tipos móviles que mejoró la técnica de la imprenta, reduciendo en gran medida su tiempo y coste. Esta mejora consistió en una pieza para carácter o símbolo, algo inexistente hasta entonces y que supuso una revolución en la difusión del conocimiento en Europa.
No hay imprenta sin su soporte estrella: el papel. Fue inventado en la China del siglo II d.C., pero hasta la Edad Media no salió de Asia. Hasta entonces, lo que se utilizaba en países europeos era el pergamino, creado a través de pieles de animales. Pero la llegada del papel fue revolucionaria, pues abarató bastante la edición de documentos.
Las hay de todos los modelos: de sol, para ver mejor de lejos o de cerca, o para evitar la vista cansada en las pantallas. Las gafas son un utensilio imprescindible en la vida de muchas personas, y también nacieron en la Edad Media. Todo ocurrió gracias a los monjes, quienes pasaban muchas horas copiando manuscritos, a veces con poca luz y, por tanto, forzando demasiado la vista. Ante esto, un monje de la Toscana decidió juntar un par de lentes en una montura, creando así las primeras gafas de la historia.
Hablando de cristales, algo curioso es que hasta la Edad Media las ventanas carecían de cristales. En su lugar, se tapaban con materiales opacos, como telas o tapices, pero eso impedía la entrada de luz natural en las casas o equilibrar la temperatura. Ante esto, y si bien el cristal no es un invento de esta época, su uso en las ventanas se popularizó gracias a ofrecer un uso más práctico.
La primera aparición de un reloj de arena, que se conozca hasta ahora, data del siglo VIII, y fue fabricado por un monje. Antes de ello, se utilizaban los relojes de agua, pero el uso de la arena garantizaba de una mayor precisión a la hora de medir el tiempo. Pero no fueron los únicos relojes que surgieron en la Edad Media: también aparecieron los mecánicos. Inventados en torno al año 1300, y a través de un sistema de pesas y ruedas, cambiaron la manera de cuantificar el trabajo, pues permitía pagar acorde a las horas laborales.
¿Qué sería de los bares sin cerveza, de los fines de semana sin esta bebida? También tiene, en parte, su origen en la Edad Media. En esta época ya era una de las bebidas más populares, pero fue alrededor del año 1.000 cuando se perfeccionó: empezó a añadirse lúpulo a la cerveza, lo que mejoró su conservación y facilitó su transporte sin riesgo a que se estropeara.

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