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La historia del "rojo" O'Donnell: el irlandés que desafió a la corona inglesa y murió en Valladolid

El irlandés 'Red' Hugh O´Donell trató de hacer frente a los británicos con ayuda de la Corona española pero fracasó
Red Hugh O'Donnel
Red Hugh O'DonnelLa Razón
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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Las gaitas llaman, los pendones ondean y el féretro del mito irlandés 'Red' Hugh O´Donell tirado por dos engalanados caballos desfila por el casco viejo de Valladolid para despedir al príncipe del Úlster que, patrocinado por la Monarquía Hispánica, desafió sin éxito a la Corona inglesa y encontró la muerte en Simancas (Valladolid) en 1602, tras la derrota. Allí encontró su arraigo y de él fue descendiende el militar Leopldo O'Donell, una figura clave de la política española del XIX.
Los O'Donnell y O'Neill lideraron la lucha irlandesa contra el dominio británico. Sin embargo, su lucha era infructuosa y asumieron que sería imposible sin la ayuda extranjera. Finalmente, en septiembre de 1601, un contingente de tropas españolas formadas por 40.000 hombres y encabezada por Don Juan del Águila -"Juan Sin Miedo"- desembarcaba en la bahía de Kinsale, cerca de Cork con el objetivo de debilitar a la monarquía británica, rival de la española. Los ingleses pusieron sitio a la ciudad inmediatamente. Los dos jefes iniciaron por separado la larga marcha hacia el sur de la isla, recorriendo a veces 50 kilómetros diarios en medio del crudo invierno irlandés de aquel año, tratando de llegar lo antes posible para ayudar a los españoles.
Sin embargo, durante la Batalla de Kinsale, en enero de 1602, las fuerzas combinadas de Del Águila, O'Neill y O'Donnell fueron derrotadas por Charles Blount, barón de Mountjoy, debido a la falta de entendimiento entre los sitiados españoles y las fuerzas irlandesas, además de a la superioridad táctica del ejército inglés. O'Donnell partió hacia La Coruña junto con otros de los jefes implicados en la rebelión. Fueron recibidos con honores por el Gobernador de Galicia y el Arzobispo de Santiago, donde se fundó un Colegio Irlandés.
Mientras esperaba en La Coruña, comenzó a organizar su regreso a Irlanda, y viajó a Valladolid para entrevistarse con Felipe III, que prometió organizar una nueva invasión. Al cabo de un año de no haber recibido noticias del rey, Red Hugh viajó de nuevo a Valladolid, pero murió durante el viaje, siendo enterrado temporalmente en el Castillo de Simancas en 1602. Con su muerte, los planes españoles para invadir Irlanda fueron abandonados definitivamente.
La ciudad de Valladolid ha rendido con pompas fúnebres cuatro siglos después y por segunda vez en la historia a la indómita figura del 'rojo' O'Donell, un personaje clave en la historia de Irlanda que guarda numerosos paralelismos con el rebelde ficticio William Wallace, llevado a la gran pantalla en la cinta Braveheart (1995). Una despedida con todos los honores que se ha producido más de tres años después de que la ciudad y un equipo multidisciplinar se pusiera la tarea de recuperar los restos óseos del príncipe, que encontró la muerte en Simancas esperando una audiencia con el entonces monarca español Felipe III, que tenía instaurada la Corte en la entonces Valladolid capital del imperio.
Más de cuatro siglos después, otro gran cortejo ha recorrido los principales puntos del casco histórico de Valladolid, comenzando a las puertas del Palacio Real y cerca del Palacio del Pimentel donde nació Felipe II para concluir en la calle Constitución, que hasta el siglo XIX albergó el convento de San Francisco, demolido en 1836 tras las desacomertizaciones decimonónicas.
'Red' Hugh O'Donnell (1572-1602), antecesor del general Leopoldo O'Donnell, fue uno de los príncipes que por entonces existían en la fragmentada Irlanda, quien además fue el cabecilla de la rebelión contra la corona inglesa de Isabel I que provocó la denominada Guerra de los Nueve Años que se saldó con la derrota de los rebeldes del Úlster.
Esta Guerra de los Nueve Años Irlandesa se entrecruzó con el conflicto que por entonces tenían desde 1558 las coronas de Inglaterra y España, iniciadas por los monarcas Felipe II e Isabel I con célebres episodios como el de la Armada Invencible, que también finalizó en 1604 con el Tratado de Londres, que puso fin a ambas disputas.
Los trabajos de excavación, liderados en 2020 por los investigadores Óscar Burón y Juan Carlos Urueña y los arqueólogos Olatz Villanueva y Jesús Misiegose tuvieron el fin de recuperar la figura de O'Donnell, todo un mito en Irlanda, y que desde el Ayuntamiento de Valladolid también impulsaron con el foco puesto en el sector turístico y la cultura.
De este modo, las obras y trabajos arqueológicos llegaron a uno de los muros del antiguo convento y recuperaron varios restos óseos, aunque dado el paso del tiempo y la acumulación de huesos en una capilla que fue utilizada durante siglos como osario hicieron imposible la atribución exacta de los huesos al príncipe irlandés, lo que no ha impedido que las gaitas y los pendones le hayan rendido hoy homenaje.