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Hallazgos arqueológicos

Muerte entre las esmeraldas de Egipto

Una investigación con participación española se adentra en los 800 enterramientos de mineros de las ricas explotaciones de Smaragdos en Egipto

Imagen de una de las tumbas localizadas en la excavación
Imagen de una de las tumbas localizadas en la excavaciónLa Razón

Según el enciclopedista Plinio el Viejo las gemas más valiosas eran, por este orden, el diamante, la perla y la esmeralda. De esta última piedra preciosa, de la que distingue doce tipos conforme su procedencia y características privativas, enfatizaba su agradable color verde, que hacía palidecer al de las hojas y plantas de la naturaleza, y que, además, según Plinio, se caracterizaba por refrescar la vista cansada con su mera contemplación. Algunas eran tan grandes que fueron utilizadas creativamente, como el espejo de esmeralda que usaba Nerón para observar las luchas de gladiadores o, si se cree a Heródoto, que asegura lo vio en persona, una estela consagrada en el templo de Hércules de la ciudad fenicia de Tiro «que de noche refulgía extraordinariamente» y acompañaba a otro pilar de oro. La más famosa de todas las explotaciones de esmeraldas de época romana fue la egipcia de Smaragdos que, situada en el desierto oriental egipcio, en el actual Parque Nacional de Wadu el-Gemal, muy cerca del Mar Rojo, comenzó a ser trabajada en tiempos helenísticos si bien su producción masiva se produjo en época altoimperial romana. El mero nombre así lo indica pues la palabra latina smaragdus literalmente significa esmeralda. Sobre esta zona minera discurre el reciente y muy sugerente «Dying in the Mines: Necropoleis and Funerary Practices During the Late Antique Period in the Smaragdos (Egyptian Eastern Desert)», una publicación colectiva encabezada por Joan Oller Guzmán y David Fernández Abella, investigadores ligados a la Universidad Autónoma de Barcelona y publicada en el «Journal of Roman Archaeology».

Esta investigación, que supone una nueva muesca en un interesantísimo proyecto que lleva años activo, el Sikait Project de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Centro Polaco de Arqueología Mediterránea, se centra en el análisis de las necrópolis tardorromanas ligadas a estas minas, fechadas en el mundo tardorromano de los siglos IV al VII d.C. No en vano, aunque su explotación sistemática comenzara con la conquista augustea de Egipto, la mayor parte de las infraestructuras habitacionales halladas pertenecen al mundo tardío, tanto en el principal yacimiento de Sikait como en el resto de lugares asociados. Una divergencia que se explica por el cambio de modelo de explotación económica de las minas, puesto que se pasó de una minería estacional altoimperial protagonizada por temporeros de las cercanías o procedentes del cercano valle del Nilo a una más industrial como lo acreditan las numerosas necrópolis vinculadas que, además, en buen número han sido descubiertas merced a la labor de esta investigación.

Pese al saqueo de estos cementerios, situados por lo general cerca de los asentamientos y en alto, que estiman debió suceder poco después de su creación, y la falta de excavaciones sistemáticas, esta investigación ha desvelado interesantes conclusiones. El estudio de los más de 800 enterramientos conocidos a fecha de hoy ha permitido analizar los ritos de enterramientos, las creencias de los trabajadores y los modelos de asentamiento asociados a esta actividad extractiva. Aparte de establecer una tipología de espacios funerarios, útil para entender el poblamiento del desierto oriental egipcio, sobresaliendo la reutilización de atalayas altoimperiales como lugares de enterramiento, estructuras tumulares circulares y cúmulos de tumbas, en donde, pese a su disrupción contemporánea, se han encontrado unos ajuares muy interesantes que les han permitido dar nuevas lecturas históricas. La constatación de la preponderancia de cuatro grupos de tipologías cerámicas muy específicas y la inexistencia de taller cerámico alguno en la zona de Smaragdos, ha llevado a estos investigadores a interpretar su origen y distribución en clave de identidad comunal. En concreto, la presencia de una cerámica de pobre calidad, la Eastern Desert Ware, resulta especialmente importante pues se asocia con una población autóctona bien conocida: los blemíes. Un pueblo de la Baja Nubia antaño nómada presente en la historia romana desde hacía siglos. Los blemíes, siempre refractarios al poder de Roma, atacaron repetidamente la geografía imperial con incursiones depredatorias.

Es decir, esta investigación corrobora lo dicho por, entre otras fuentes arqueológicas, epigráficas y textuales, como el comerciante, viajero y sacerdote bizantino Cosmas Indicopleustes, que se aprovecharon de la retirada decidida por Diocleciano de buena parte del Alto Egipto y la debilidad del reino nubio de Meroe para expandirse y controlar las riquísimas minas de esmeraldas además de puntos tan destacados como el crucial puerto de Berenice en el Mar Rojo, adonde se dirigía buena parte de la producción y donde esta investigación estima residían las élites que regían tanto el comercio de este enclave como las minas de Smaragdos. Mientras que las tumbas de Sikait pertenecerían a los trabajadores, cuyos restos estiman siguieron el rito de incineración, en Berenice vivían y fueron enterrados quienes gobernaban las minas aunque, siendo trasladados sus restos en el caso de que hubieran fallecido vigilando los ricos yacimientos de esmeraldas.