¿Qué son los idus de marzo? El mal augurio de la muerte de Julio César
Los romanos celebraban los idus el día 15 de cada mes, salvo en marzo, que eran el 13. El 44 a. C. se produjo el magnicidio más famoso de la historia antigua
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Los romanos estaban llenos de supersticiones y de rituales para llamar a los buenos augurios. Se fijaban, por ejemplo, mucho en el calendario. Consideraban, por ejemplo, que los idus eran días para recibir buenas noticias. Los idus eran los días 13 de cada mes, a excepción de los meses de marzo, mayo, julio y octubre, que se celebraban el día 15. De entre todos, había un mes especial: marzo, dedicado a Marte, el dios de la guerra, era también el primer mes de su calendario antiguo, porque era cuando arrancaba la primavera y los trabajos en el campo. Por tanto, era una festividad de “año nuevo” según la tradición más antigua, antes del calendario juliano. Sin embargo, el destino quiso que fuera en los idus de marzo cuando se produjo el magnicidio más importante de la historia antigua.
Los idus de marzo eran una festividad con cierto peso religioso que era celebrado con entusiasmo por el pueblo: comidas en el campo, bebida y mucha diversión. En el año 44. a. C., Julio César gozaba del prestigio del éxito militar. Las campañas en las Galias, en Egipto, en el Ponto y en África habían sido un éxito. Los desfiles por la victoria de solo dos años antes habían sido los más grandilocuentes que Roma había conocido. Nunca se había visto un lujo como aquel. Sin embargo, no podía imaginar la conspiración que se tramaba en su contra. Un grupo de más de sesenta personalidades y aristócratas del momento estaban maniobrando en su contra, entre los que se encontraban Cayo Casio, Marco Junio Bruto, Décimo Junio. Se hacían llamar los Libertadores porque se oponían al enorme poder que estaba acumulando Julio César. Temían que se convirtiera en un tirano.
Según cuenta la historia recogida por Plutarco, un vidente advirtió a César de que su vida corría peligro y que le iba a suceder algo terrible en los idus de marzo de aquel mismo año. Cuando llegó aquel 15 de marzo, se reencontraron y el político le dijo: “"Bien, ya han llegado los Idus de Marzo y no ha pasado nada". A lo que él respondió: "Sí, pero aún no han terminado". A las pocas horas, los conspiradores materializaron su funesto plan cuando César se hallaba junto a la estatua de Pompeyo: Tilio Cimbro y Servilio Casca le asestaron los primeros golpes. César recibió 23 puñaladas infligidas por varios senadores liderados, según parece, por Marco Junio Bruto. Este último eta hijo de Servilia, que había sido una de las amantes de Julio César. Para la leyenda literaria ha quedado la famosa frase: “¿Tú también, Bruto?, ¿Tú también, hijo mío?”, que se dice que pronunció César mientras su vida se le escapaba.
Plutarco no recoge estas palabras, que bien podrían ser pura mitología. Según parece, se limitó a defenderse con su último aliento. Su asesinato cambió muchas cosas en el Imperio mientras el prestigio de César muerto crecía con la traición sufrida. Esos hechos calaron en la cultura popular y también en la literatura. Shakesperare escribió su “Julio César” en 1599, en la que ya advertía con su frase. “¡Cuídate de los idus de marzo!" (“Beware of the ides of March”, en su versión original en inglés). Así que ya saben: cuidado con los idus de marzo.