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Arde Notre Dame de París

¡Increíble!: El gallo de la aguja de Notre Dame también se salva

Un empleado ha encontrado el gallo de bronce verde, que esconde tres reliquias, entre los escombros. Sobrevive a una caída desde 93 metros de altura.

El empleado de una empresa de restauración muestra orgulloso el gallo tras rescatarlo de los escombros
El empleado de una empresa de restauración muestra orgulloso el gallo tras rescatarlo de los escombroslarazon

Un empleado ha encontrado el gallo de bronce verde, que esconde tres reliquias, entre los escombros. Sobrevive a una caída al vacío desde 93 metros de altura.

La pérdida más visible del incendido que afectó a la catedral de Notre Dame fue sin duda la aguja, que se hundió entre las llamas apenas una hora después de iniciarse el fuego. Uno de los aspectos que más preocupaba era las tres reliquias que no se pudieron extraer: la que se considera una de las 70 espinas de la corona de Cristo y otras dos reliquias de san Dionisio y santa Genoveva.

Sin embargo, el milagro ha ocurrido y pese a la estropitosa caída (desde 93 metros de altura), el gallo ha sido hallado entre los escombros y aunque está abollado, podrá se restaurado. Aunque no ha transcendido el estado de las reliquias que esconde en su interior, el gallo forma ya parte de los tesoros que han sobrevivido a las llamas.

Así lo anunció el presidente de la Federación Francesa de la Construcción (Féderation Francaise du Bâtiment, en francés), Jacques Chanut, que compartió a través de Twitter el hallazgo por parte de uno de los trabajadores de GMH, una de las empresas de restauración de edificios históricos que está trabajando en la catedral. En la imagen aparece el orgulloso empleado con el famosos gallo de bronce verde en sus brazos.

En el interior de la figura del gallo se encuentran los restos de las reliquias de Santa Genoveva y San Denís, así como una parte de la corona de espinas que los soldados romanos colocaron a Cristo en su calvario hacia la cruz.

La figura coronaba la aguja central de Notre Dame desde el 25 de octubre de 1935, cuando el entonces cuando el cardenal Verdier, arzobispo de París, mandó colocarla en el alto de esta estructura de 93 para que se convirtiera en un “un pararrayos espiritual”.

Al parecer también se han salvado las 12 esculturas de plomo que rodeaban la aguja.