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Exposición

Julia Margaret Cameron, la fotógrafa que soñó con Shakespeare

La artista británica protagoniza la exposición “El sueño de una noche de verano” de PhotoEspaña 2025 en el Teatro Real, con un homenaje al bardo inglés, hilo conductor de la próxima temporada con cuatro títulos

La muestra “El sueño de una noche de verano” se expone en el Teatro Real
La muestra “El sueño de una noche de verano” se expone en el Teatro RealJavier del Real

En el marco de la próxima temporada, que tiene a Shakespeare como uno de los ejes temáticos que vertebran su programación, el Teatro Real inaugura la exposición de PhotoEspaña “El sueño de una noche de verano”, con la que rinde homenaje a la fotógrafa británica Julia Margaret Cameron (Garden Reach (India) 1815-Kalutara (Sri Lanka) 1879, pionera del retrato fotográfico, que supo transformar la imagen en una forma de interpretación poética y teatral. Las imágenes de la exposición, que decorarán las paredes del Teatro Real durante todo el año, exploran el universo simbólico y literario de la artista británica a través de retratos escenificados, referencias bíblicas y atmósferas pictóricas. Pertenecen al archivo propio de Cameron y a préstamos de la colección del Victoria & Albert Museum de Londres. Esta es la segunda colaboración entre ambas instituciones, y ha sido presentada por María Santoyo, directora de PHotoEspaña; Cristina Ward, directora de departamento de Artes del British Council, que también colabora, junto a Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

La figura de Julia Margaret Cameron, tía abuela de Virginia Woolf, es un caso excepcional dentro del mundo del arte, aunque educada y culta, pasaba por ser una dama de sociedad, casada con un importante jurista, hasta que en 1863, su hija y su yerno le regalaron una cámara fotográfica. Tenía 48 años y comenzaba una aventura inédita, la de iniciarse en la fotografía hasta llegar a convertirse en una de los fotógrafas artísticas más eminentes del siglo XIX. Conocida por la intensidad de sus retratos, hizo posar como modelos a familiares, sirvientes y amigos, entre los que se encontraban los más importantes poetas, escritores, artistas y científicos de su tiempo, como Charles Darwin o Lord Tennyson. Sus fotografías rompían con las reglas y la crítica establecidas de su época, las desenfocaba deliberadamente y a menudo incluían imperfecciones, arañazos, manchas y otros rastros del proceso creativo, lo que la convirtió en una visionaria y en una de las fotógrafas más importantes de la historia. Las imágenes seleccionadas para esta exposición -fotografías, originales y reproducciones de sus obras más icónicas-, recrean las figuras de Hamlet, Ofelia, Desdémona o Próspero. “Una selección de fotografías que nos va a transportar a una especie de “sueño de una noche de verano”, tierno, dramático y onírico”, apunta Matabosch.

Para María Santoyo, “este modelo de colaboración con el Teatro Real, iniciado el año pasado con Puccini y que enlaza con el hilo conductor de la temporada teatral, nos estimula particularmente porque supone una un formato no tradicional de exhibir las obras fotográficas”. Para la directora de PHotoEspaña, “a través de la intensa correspondencia con el astrónomo John Herschel, su mentor fotográfico durante toda su carrera, podemos ver cuáles eran las inquietudes de Cameron, y entender su vocación vanguardista, mucho más avanzada que la de cualquiera de sus contemporáneos. Hay que leer esa correspondencia para entender hasta qué punto se comprometió con un medio, exploró sus posibilidades y generó movimientos que no se iban a producir hasta las vanguardias de un siglo después, como por ejemplo admitir el error como parte del proceso creativo, que para mí es su gran aportación”, asegura Santoyo. Cameron rompió con los cánones técnicos de su época, la falta de nitidez intencional para crear una atmósfera suave y artística -el efecto “flou”- o las manchas de dedos, son signos característicos de su obra que la convirtieron en una avanzada a su tiempo y, a pesar del desprecio de muchos de sus contemporáneos, su obra ha perdurado y se ha consolidado como una de las más influyentes del siglo XIX”.

La muestra “El sueño de una noche de verano” se expone en el Teatro Real
La muestra “El sueño de una noche de verano” se expone en el Teatro RealJavier del Real

Para ella –continúa la directora-, la literatura y en este caso la figura de Shakespeare, es una gran influencia, porque lejos de ser una vuelta al pasado, suponía una actitud moderna frente al academicismo imperante, una manera de reivindicar a los prerrafaelitas, y sobre todo, el “sfumato” de Rafael, que podemos ver aquí de manera directa en esta exposición donde la artista confluye con toda una historiografía vinculada con el mundo imaginario y la literatura a través de la fotografía escenificada, heredera de los “tableaux vivant”, que era una disciplina a caballo entre el teatro, la performance, la representación y lo pictórico que ya se practicaba antes”, afirma Santoyo. Y prosigue: “En ella confluye también el teatro de variedades, un poco erótico, con poses fijas, con el orientalismo, el romanticismo y las leyendas artúricas, todo un universo que alimentaba las ansias de libertad de una sociedad victoriana”. Las composiciones de Cameron, cargadas de atmósferas etéreas, exploran los grandes temas del teatro de Shakespeare: la belleza, la tragedia, el amor, la verdad y la ilusión. “Su capacidad para trabajar con la luz y el gesto dota a sus retratos de una intensidad casi escénica, donde cada mirada y cada sombra remiten al drama, al deseo o al dolor. Gracias a pioneras como Julia Margaret Cameron, la fotografía es considerada un arte, así que no podemos por menos que estar agradecidos a ella y a otras pioneras que hay que reivindicar”, concluye.