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La Orquesta Nacional de España, en pie de guerra

Una encuesta interna hace patente el cisma que existe entre la mitad de los profesores con el director artístico y técnico, Félix Alcaraz, actualmente de baja por enfermedad, y el musical, David Afkham. ¿Está perdiendo su prestigio la Orquesta Nacional?

La ONE lleva varios años de inestabilidad y de crecientes rumores que algunos ven como «la antesala de una huelga»
La ONE lleva varios años de inestabilidad y de crecientes rumores que algunos ven como «la antesala de una huelga»larazon

Una encuesta interna hace patente el cisma que existe entre la mitad de los profesores con el director artístico y técnico, Félix Alcaraz, actualmente de baja por enfermedad, y el musical, David Afkham. ¿Está perdiendo su prestigio la Orquesta Nacional?

De aquellos polvos vinieron estos lodos, reza el dicho. Y aunque sea reduccionista en exceso, bien se podría aplicar el refrán a la agitada y turbulenta vida que ha tenido y tiene la Orquesta y Coro Nacional de España (OCNE), una de las unidades que conforman el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), que parece que podría empezar a ver la luz al final del farragoso túnel burocrático con la posibilidad de tener una ley propia similar a la que disfrutan instituciones como el Museo del Prado, el Reina Sofía y la Biblioteca Nacional y que agilice su funcionamiento.

Hace más o menos un año llegaban rumores de un creciente malestar en la formación, no del todo conforme con la actuación de la dirección artística y técnica, en manos de Félix Alcaraz, a quien se acusa directamente de haberle cortado las alas al director musical, David Afkham, que no es el titular de la formación, sino el principal invitado, cuya figura no consta en el reglamento de la ONE (que ya ha visto pasar tres, los de 1982, 1995 y 2002). La situación que se arrastra, y sobre la que varios músicos se deciden a hablar siempre sin dar nombres, es calificada de «preocupante». «Lo que se está haciendo con la ONE es destrozarla directamente. Hay muchos músicos que están asustados, que no desean hablar ni pronunciarse para que no se los señale. La situación está pidiendo a gritos una huelga», asegura un músico. Comenta el caso de un compañero al que se le ha quitado de su puesto arguyendo el director principal «que resultaba demasiado activo, lo que nos dejó perplejos. ¿Demasiado activo en qué, para qué?», se pregunta. ¿Y qué hace ante esta situación el director de orquesta? «Nada, entre uno y otro han acabado con las ganas de trabajar. Los más jóvenes están realmente asustados», comenta. No hay que ser un lince para percatarse de que en el seno de la formación existe una división clara. Las quejas siempre se han escuchado, es decir, que llueve sobre mojado; sin embargo, parece que en este momento se hubieran intensificado. «Por supuesto que hay gente a la que le va muy bien. Los que no protestan, aquellos que no levantan la voz. Esos no tienen problemas, ya que contra ellos no se toman represalias».

Sin solistas de viola

Asimismo, menciona el caso de los solistas de viola, que ahora mismo no hay en la primera orquesta española y que se deben contratar fuera cada vez que son necesarios en el programa. «Es algo que se hace cada vez con más frecuencia. A algunos los conocemos, sabemos ya cómo trabajan y por eso los llamamos. En este momento hay cinco violas activas de las más de diez que debería haber. Pero en ocasiones se llama a gente «a la que ni siquiera se le ha hecho una prueba», revelan desde la comisión de profesores. A las bajas se ha añadido una jubilación en diciembre. El viernes pasado se convocaron dos plazas de ayuda de solista de chelo». ¿Que cómo nos hemos enterado? «Mediante un anuncio que han colgado en el tablón de la cafetería para quien quiera presentarse. Así funciona esta casa. Además, solamente les habilita para realizar sus funciones, no se trata de un nombramiento como tal», lamenta uno de los profesores de la orquesta, y añade que «los puestos de responsabilidad han ido desapareciendo debido a la jubilación y se van cubriendo con el añadido de un complemento salarial».

La comisión de profesores es otro de los caballos de batalla. «A Alcaraz no le interesa reunirse con los miembros de la comisión. No tiene en cuenta tampoco nada de lo que se le dice. Y tampoco contesta a los correos», aseguran desde este órgano. ¿Les sorprende esta situación? «La verdad es que no, porque la dejadez viene de lejos. Nos preguntamos si la laboralización de la ONE ha elevado el nivel artístico, si ha traído más músicos a los atriles, si ha incrementado las giras. ¿Acaso funciona mejor?», se pregunta. ¿Y cuál debería de ser la solución? «Funcionalizar podría ser, pero siempre que se haga bien». Y añade que «una orquesta ha de tener identidad y entidad propias y no puede depender en ningún caso de lo que digan los músicos eventuales. Necesita contar con capacidad de juzgar. Creo que no pedimos nada extraño, sino lo normal en una orquesta seria como es la ONE». ¿Cómo se puede solucionar? «Volviendo al funcionariado. Parece que sea un pecado mortal siquiera plantearlo. ¿es que tocamos peor si somos funcionarios? «Tal y como estamos, no se puede crear ni un conjunto, ni una unidad ni un grupo coherente». Este diario ha tratado de ponerse en contacto con Félix Alcaraz, actualmente de baja por una operación (el primer contacto es de mediados de diciembre, al que siguieron numerosos correos electrónicos y llamadas) y del que desde su departamento de Prensa nos aseguran que no saben cuándo se reincorporará. Al pedir hablar con la persona que esté haciendo las labores interinas de sustitución en su equipo que pudiera contestar a nuestras preguntas, se nos respondió con un escueto «nadie puede hablar en su nombre» y remitió al director invitado David Afkham, con quien también ha contactado LA RAZÓN, pero al que también le ha sido imposible atender a nuestra petición por motivos de agenda. El mandato de Alcaraz acaba en agosto de 2019.

Antes del verano se ofreció a los miembros de la ONE la posibilidad de que se pronunciaran sobre la labor tanto de Alcaraz como de Afkham y las valorasen. Los resultados de la encuesta, a los que ha tenido acceso este diario, resultan demoledores. El porcentaje de participación fue del 44,21%. Casi la mitad, un dato para tener en cuenta. Por ejemplo, a la pregunta sobre la continuidad del primero en su puesto de director artístico, nombrado suplente del director titular y asumiendo toda referencia en el reglamento a la dirección artística, un 87,8% responde que no; un 9% dice que sí y un 2,4% no sabe/no contesta. Un 88,1% se muestra insatisfecho con la gestión de la dirección artística en cuanto a la programación mientras el 11,9% restante se muestra a favor. El «no» vuelve a salir por mayoría aplastante (88,1%) en cuanto a la planificación de la temporada, la comunicación con la orquesta en materia artística (97,6%) y las giras por España (97,6%). La consulta relativa a la labor desempeñada por Afkham no sale mejor parada. Parte de los músicos consultados aseguran que «Alcaraz le tiene atado de pies y manos. Él llegó con ganas e ilusicón, pero las ha perdido. Es complicado mantener un pulso con Alcaraz», aseguran.

Un malestar amplio

Con un índice de participación de un 45,26%. El trato personal es valorado como «muy malo» (en una gradación de 1 a 5, siendo éste «muy bueno») por un 39,5% y la comunicación con los profesores también es «muy mala», con un 55,8%. Un 67,4% considera que el conocimiento que tiene el director de orquesta de la historia y funcionamiento de la ONE es igualmente «muy malo». Un 65,1% se muestra totalmente en desacuerdo con los «últimos movimientos de personal adoptados por la dirección técnica con la asesoría del director principal, mientras un 18,6% se muestra en desacuerdo. ¿Qué opinan en cuanto a su continuidad al frente de la formación? Un 67,4% no desea que siga; un 25,6% se muestra favorable, mientras un 7% no sabe o no contesta. El porcentaje aumenta cuando se pregunta: ¿te parecería bien que asumiese la dirección titular de la ONE? El «no» llega al 69,8%; el «sí» al 23,3%. Algunos de los músicos echan de menos «la época dorada de Josep Pons». Así la denominan: «Teníamos un proyecto, unos directores, un fondo intelectual. Hoy no queda ya nada de eso». El director catalán estuvo al frente de la formación casi diez años y hoy es el titular de la orquesta del Liceo.

Sobre el denominado Consejo Artístico también hablan. Dicho órgano, que debería de convocarse una vez al semestre (preferentemente entre los meses de junio y septiembre, según consta en el Real Decreto 1245/2002, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Orquesta Nacional de España), se reunió en mayo de 2018. La última vez que lo hizo fue en 2002. «Tiene la función consultiva de asesoramiento y elevación de propuestas a la Dirección General del Inaem en las siguientes materias: planes y programas generales de trabajo de la ONE; proyectos de programaciones anuales de la Orquesta; evaluación de los resultados artísticos de las actividades realizadas por la Orquesta y aquellas otras que expresamente le encomiende la Dirección General del Instituto».