La provocación entra en capilla
Dos artistas murcianos plantean una muestra controvertida en la Universidad de Murcia.
La Capilla de la Convalecencia, un espacio construido en 1915 como lugar de culto para un antiguo hospital, abandonado y utilizado como almacén durante años, ha sido rescatado recientemente por la Universidad de Murcia (UM), institución a la que ahora pertenece el edificio, como sala de exposiciones. La UM ha recuperado el espacio, desacralizado hace años y reformado, como parte de las celebraciones de su centenario. El pasado día 5 de mayo, la nueva sala abría sus puertas con «Indivi-Duales», una muestra comisariada por Rocío Pérez que reúne a dos artistas murcianos que son además matrimonio, Carmen Baena y Pepe Yagües. La obra de Baena, un trabajo orgánico, enlaza con la naturaleza; la de Yagües juega con las mitologías y el sexo. Cada uno ha aportado dos obras. En el caso de Yagües, un par de esculturas en madera de cedro de gran tamaño –de unos dos metros de altura – con temática mitológica y algo de crítica política: «Apolo (Wert) en Dafne», una talla de madera con los brazos en alto –pudo verse antes en Madrid– que ha situado en una hornacina elevada, y «Cloris», una alegoría de la fecundidad, otra talla femenina tumbada en una bañera sobre perejil fresco. Esta segunda escultura la presentó ya en 2014 el artista en Murcia en la «batalla de las flores».
Un lugar desacralizado
«Vi el espacio y pensé: creo que en esta hornacina quedaría espectacular», cuenta Yagües sobre la escultura de Dafne a LA RAZÓN desde su estudio en Molina de Segura. Pero han sido sus piezas las que han puesto la muestra en boca del mundo universitario y cultural de Murcia. Fuentes consultadas por LA RAZÓN que prefieren no ser citadas hablaban de «malestar causado por la exposición» y «falta de idoneidad» por el lugar elegido. «A la gente que lo ha conocido como lugar de culto le choca ver que donde estaba la Virgen ahora hay una Dafne... Pero hay que entender que los espacios cambian», dice el propio Yagües. En internet, se puede encontrar comentarios como el de un usuario de «Campus Digital»: «Lo único extraordinario que veo es hacer “arte” con la temática del sexo y el desnudo aprovechando el morbo del lugar en el que se hace». «La obra de estos dos artistas es digna de elogio», asegura otro lector del mismo foro, que subraya después: «Una cosa es que el espacio esté desacralizado y otra persistir en el regodeo en lo escabroso». El propio Yagües reconoce que «me han llegado rumores». Pero insiste: «Una vez desacralizado, el lugar pertenece a la Universidad pública. No hay ningún problema». Y añade: «Me estoy basando en temas de la religión ancestral: la mitología greco-romana era la religión de nuestros antepasados, aunque alguno parece que no quiera reconocerlo». Ambas esculturas enlazan con su discurso artístico: «Ponerle ropa al cuerpo lo ata a una época determinada. El desnudo es más atemporal, y un cuerpo humano desnudo me parece de las cosas más maravillosas del universo. No es nada escandaloso. Yo siempre trabajo el desnudo. Probé con un sostén y quedaba mucho más obsceno: en contra de la escena, como decían los griegos». Y asegura que la respuesta está siendo buena, tanto que se han ampliado las fechas previstas (la entrada es gratuita) hasta mediados de julio.
La exposición, cuenta Yagües, fue una idea de Isabel Tejeda, la ex directora general de Cultura, ahora profesora en la Universidad. Eva Santos, coordinadora de Cultura de la UM, explica que la participación de Baena y Yagües fue por invitación directa del Vicerrectorado de Cultura, «porque son dos artistas que aquí en Murcia llevan una trayectoria larga y nos parecía interesante que fuesen ellos. Tal vez la de Baena no es una obra cómoda, pero reflexiona sobre la mitología y otras maneras de ver lo contemporáneo. Baena es más minimalista y reflexiva desde la forma y la materia, el mármol, lo blanco, lo puro... Al ser pareja y no haber trabajado nunca juntos directamente, nos pareció una buena idea que la Capilla se inaugurase con ellos». Santos aclara que la exposición no ha tenido coste alguno para la Universidad, pues ambos artistas han cedido su obra. El resto de la programación, explica, «se ha abierto a convocatoria pública, proyectos que se presentaron a finales del curso pasado». Y añade: «Queríamos que fuese una inauguración querida. Pepe Yagües y Carmen Baena han apostado por ella como por la capilla como proyecto expositivo y nos han cedido su obra con mucha voluntad».
Crítica y reflexión
Santos cree que en la polémica por el espacio empleado «se está desvirtuando un poco el tema, no sólo porque la capilla esté desacralizada, que lo está, sino porque lleva cerrada mucho tiempo. Se ha utilizado como sala de Prensa, para tomas de posesión de profesores y para hacer entrevistas para oposiciones, y últimamente como almacén de botellas de agua y bicicletas. No lo entiendo: vivimos en democracia, y en Murcia hay dos iglesias más desacralizadas y utilizadas como salas de exposiciones en las que ha habido cuerpos desnudos e instalaciones que hacían referencias a religiones». Santos sabe que en el caso de Yagües «su obra tiene un punto atrevido, una mirada menos cómoda que otras». Para Santos, la sala «ha sido utilizada como capilla muy poco tiempo. La seguimos llamando así porque creemos que de este modo se entiende cómo es el lugar», un espacio que define como «pequeño» –«es casi una aguja»– y «gótico», aunque asegura sobre la polémica que «me encanta que las personas den su opinión y debemos estar abiertos a la reflexión y a la crítica», subraya de nuevo: «Me da pena que se hable de la polémica».