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La RAE evita las “faltas de ortografía” en la lengua de signos

El primer diccionario normativo multimedia consta de 3.500 «señas» y persigue una estandarización porque «no vale cualquier signo; hay que usar el correcto»

Signos sin palabras en la Real Academia
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El primer diccionario normativo multimedia consta de 3.500 «señas» y persigue una estandarización porque «no vale cualquier signo; hay que usar el correcto».

Toda lengua tiene un valor cultural y en el caso de la lengua de signos, además, un importante valor social por tratarse del principal vehículo de comunicación y empoderamiento en el ejercicio de los derechos, deberes y libertades de las personas sordas y con discapacidad auditiva. Ayer, con motivo del Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas (que hay dos oficiales la española y la catalana), la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y la Real Academia Española (RAE) presentaron el primer Diccionario Normativo Multimedia de la Lengua de Signos Española.

Se trata de un diccionario bilingüe de la lengua de signos española (LSE) y del idioma españolaque recoge más de 3.500 signos de la de «señas» en su variedad estándar y en el que se incluyen sus correspondientes definiciones cedidas por la RAE.

Elaborado por la Fundación CNSE, es una herramienta muy útil para el millón de personas sordas y con discapacidad auditiva que hay en España. Y no solo. También para el resto de la sociedad que compartan su vida o su tiempo con una persona sorda o simplemente porque quieran aprender esta lengua.

Su funcionamiento será muy sencillo. Al igual que uno busca una palabra en la RAE y viene la definición, uno podrá buscar en este diccionario de signos una palabra y encontrar una imagen de cómo se dice en esta lengua con flechas indicativas para saber no solo dónde se pone un dedo sino cuál es el movimiento de estos signos, por ejemplo, así como vídeos en los que un profesional de la Lengua de Signos española y sorda realiza con precisión cómo se hace el signo de dicha palabra.

«Llevamos muchos años trabajando en esta web del nuevo diccionario de Lengua de Signos española (Dilse) que estará disponible a lo largo de este mes o del próximo», afirmó Arancha Díez, coordinadora del área de investigación y materiales en lengua de signos española de la Fundación CNSE.

Este nuevo diccionario, financiado por la Fundación ONCE, responde a las nuevas necesidades y exigencias tecnológicas y lingüísticas de la sociedad actua, ya que está algojado en una web que presenta una tecnología «responsive» que hace que se adapte automáticamente a todo tipo de pantallas desde las que se acceda al diccionario.

«Hoy –prosigue Díez– usamos diferentes instrumentos técnicos, tabletas, móviles, internet y la idea de este diccionario es hacerlo accesible para que llegue este conocimiento a más personas y se consiga una estandarización de la lengua de signos española». De modo que será una óptima herramienta tanto en centros educativos, como en centros de trabajo por si tenemos dificultad para comunicarnos con un compañero, o en residencias para una persona que se esté quedando sorda y quieran él o su familia aprender porque les va a ser muy útil para poder comunicarse.

Algo clave porque no todos los signos son igual de sencillos y no todas las palabras tienen únicamente un signo, sino que hay sub-lemas. Por ejemplo, la palabra «nada» tiene seis signos diferentes según su significado en un contexto. No se dice igual «no he traído nada» que «no estoy nada de acuerdo», «de nada», «no pasa nada», «no ser nada» o «no tener nada que ver».

«Permitirá, además, compartir fotografías, vídeos... Por ejemplo, se podrán compartir signos específicos de la Mujer por el Día de la Mujer», añade Díez.

Y todo ello con los signos correctos. «Este diccionario es un recurso único en el proceso de normalización de la lengua de signos española. No vale cualquier signo; hay que usar los signos correctos», hizo hincapié Concha Díaz, presidenta de la CNSE.

Demandas del colectivo

«El resultado es maravilloso; que el diccionario de signos sea normativo es un gran avance», afirmó Santiago Muñoz Machado, director de la RAE. «Hay que trabajar por mejorar la vida de las personas y este diccionario es un ejemplo. La tecnología nos tiene que unir más, ojalá este diccionario sirva para mejorar la vida de las personas sordas. Hoy hay más de 4 millones de ciudadanos con discapacidad. Hay que colaborar, tenemos que apoyarnos para hacer un mundo más justo, donde seamos uno más», afirmó Miguel Carballeda, presidente de la ONCE.

Y es que pese a los logros conseguidos todavía queda un largo camino por recorrer. «Queremos que los poderes públicos y la sociedad civil vean que es importante que la lengua de signos española y catalana (las únicas oficiales) se declaren como Patrimonio Cultural Inmaterial, algo que esperamos poder anunciar este año porque está en proceso. También queremos que cuando se abra el debate de la Constitución Española las lenguas de signos se incluyan en la Constitución al mismo nivel que el resto de lenguas e introducir el uso de las lenguas de signos como causa específica de discriminación en cualquier legislación sobre igualdad y no discriminación», afirmó Concha Díaz.

Se trata, en definitiva, de proteger y promocionar este idioma tal y como ponía recientemente de relieve un documento del Comité de Ministros del Consejo de Europa en el que se hacía hincapié en la importancia de promover y mejorar la enseñanza de las lenguas de signos en Europa no solo para menores sordos, sino también por otros estudiantes, profesores, familias, personas mayores, así como para compañeros de trabajo... porque con este instrumento cultural un abuelo puede contar un cuento a sus nietos, por ejemplo.