Crítica de libros

Contra el machismo, la ley

Contra el machismo, la ley
Contra el machismo, la leylarazon

En el fondo, la mayoría de las novelas de intriga doméstica tratan de la violencia contra la mujer. Es una de sus señas de identidad. La otra sería la rebelión de la mujer enamorada que duerme con su enemigo y el precio que ha de pagar por su tonto romanticismo. En ellas, si no se indica lo contrario, el hombre es más malo que el comunismo y más sádico que Grey.

Tana French en «Intrusión» lo aborda directamente y sin concesiones: la agente Conway se ocupa del caso de la violación de una joven y sus repercusiones psicológicas, morales y judiciales, mientras trata de demostrar la culpabilidad del violador y la humillación de la víctima en el juicio. María Frisa, con «Cuídate de mí», su primera novela para adultos, sigue una línea similar: los efectos traumáticos de la víctima de violencia, la búsqueda del asesino, del violador y los efectos de internet y sus maledicencias a causa de un pederasta que ha conseguido librarse por los pelos de una condena. Todo ello inscrito en un relato muy bien estructurado, con dos personajes femeninos dibujados con acierto literario y una trama sencilla que atrapa al lector desde el comienzo. Zaragoza al fondo resulta un decorado literario veraz.

La escritora, además de licencias en Psicología Clínica y en Trabajo Social, es una exitosa escritora de la serie «75 consejos», de los que ha vendido mas de 150.000 ejemplares. Con «75 consejos para sobrevivir en el colegio», la brigada de censura exprés le montó una campaña acusándola de «frivolizar, hacer apología del bullying e incitar al comportamiento machista». La autora se ha defendido diciendo que sus libros son de ficción y reflejan «una irónica y mordaz visión del mundo de los adolescentes». Estos prohibicionistas no deben de haber leído a Moccia, con sus novelas repletas de niñatas que pierdan las bragas y la virginidad por amor en pleno delirio hormonal. En «Cuídate de mí», María Frisa enfrenta a dos mujeres policías que trabajan en el servicio de Atención a la Mujer: la subinspectora Berta Guallar y la inspectora Lara Samper, que tratan de solucionar casos relacionados con violencia de género y delitos sexuales.

Mordaz y comprometida

La primera es una policía tenaz, sensible y sentimental. La otra, fría y severa, con una tendencia al sarcasmo y la cita literaria, quién sabe si bajo el influjo de las sentencias cultas de Fred Vargas. Así lo resume: «Mientras la inspectora Samper aspiraba a la verdad, ella (Guallar) prefería la justicia». Es el nódulo central, el enfrentamiento de las dos mujeres. Mientras Guallar es incapaz de conciliar su vida familiar, Samper, psicóloga, estirada e independiente sufre el machismo de la policía y el desamor por un superior. Plantea un mundo donde las mujeres llevan la voz cantante, la violencia doméstica es el eje sobre el que gira la acción y la psicología de las policías y de las mujeres agredidas resulta más importante que la endeble intriga. Es el defecto de cierta novela negra actual, donde prima el realismo costumbrista por encima de la trama y la atmósfera criminal.