Desnudando el destape
Si se acostumbra a pensar que todos los adultos llevamos un niño dentro, resultaría curioso invertir estos términos y considerar que el niño lleva en su interior, claramente definido, al adulto que espera ser en el futuro. Este planteamiento fundamenta la novela de Marta Sanz (Madrid, 1967) «Daniela Astor y la caja negra», una atrevida propuesta de quien convulsionó el relato de suspense tiñéndolo de ironía y sentimentalidad en «Black, black, black» o en la más reciente «Un buen detective no se casa jamás».
Vanidoso artisteo
Nos enfrentamos ahora a las quiméricas ensoñaciones de dos doceañeras que fabulan, en la España de la Transición, con transformarse en las admiradas actrices y modelos que se pasean por las revistas del corazón, el cine o la televisión. En ese proceso de falsaria mixtificación de la realidad, Catalina y Angélica se convierten en Daniela Astor y Gloria Adriano, protagonistas de la glamurosa fantasía del vanidoso artisteo... hasta que una dura evidencia familiar las abocará a la madurez. Es esta una novela sobre cómo se asumen las diferentes etapas de la propia vida, sobre la influencia en ella de ciertos iconos de la lujosa modernidad, sobre el paso del tiempo y la experiencia acumulada, las expectativas de la primera juventud, el fracaso de la adversidad cotidiana y la ilusión que también puede conllevar un esperanzado vivir. Es además la crónica de una educación sentimental, por la que desfila parte del imaginario pop de la época: la música ligera, el cine de destape y terror fantástico, las películas de Paco Martínez Soria, el concurso televisivo «Un, dos tres...», Amparo Muñoz coronada Miss Universo o Susana Estrada con un pecho descubierto ante Tierno Galván, la inexplicable muerte de la actriz Sandra Mozarowsky...; hitos de un despertar colectivo bajo una mirada femenina adolescente: «Empiezo a comprender la soledad: es una bola de vacío en el estómago y una búsqueda». Un relato hipnótico, fascinante y sobrecogedor en su aparente inocencia e inteligente planteamiento.