Doloroso sonido

Poseer un gran don es un privilegio que a veces se convierte en un peso que vuelve la vida más difícil. Corre el año 1911. Tumbado sobre la mies germana, un niño llamado Ruven Preuk escucha y sigue con su mano el compás de luces y sombras. Es el hijo del carretero, un chico triste y soñador que tiene un gran talento para la música. Percibe los colores del sonido. Con su primer violín persigue aquéllos y los ritmos de todo lo que le rodea hasta alcanzar un virtuosismo que le lleva a la gran ciudad, donde encuentra a un gran maestro.

La vida de Ruven transcurre paralela a la historia de Alemania a lo largo de 64 años, hasta 1975: la guerra del 14, los inicios del comunismo, el fascismo, la segunda contienda y la prosperidad. Svenja Leiber, autora de dos grandes libros, «Luz de caza» y «Schipino», vuelve a mostrar que maneja sus mimbres como Ruven su violín, con un talento especial. Su facilidad para la metáfora, sus descripciones del campo y, sobre todo, la agudeza que despliega para introducirse en la mente del violinista son excepcionales. La novela transcurre de dolor en dolor, con algún paréntesis de felicidad, como les pasó a casi todos los europeos, y episodios suficientes para que la acción se siga con interés. Pero, sobre todo, ésta es una novela especial por la intensidad poética con que la autora dibuja a Ruven Preuk, un hombre que podía percibir pena blanca en las palabras.