Crítica de libros

El cuaderno rojo de Salma

El cuaderno rojo de Salma
El cuaderno rojo de Salmalarazon

Aveces una novela corta es como un pequeño maletín, que puede acumular documentos muy diferentes. Así sucede en esta novela corta, «Tus dos nombres», de Roberto Villar Blanco, nacido en Buenos Aires y residente en Madrid, y que ya ha visto premiadas varias de sus novelas cortas. La novela se genera sobre dos centros dialécticos que poseen, cada uno de ellos, su propia narratividad. En la primera parte, entramos en contacto con un matrimonio, que mantenían en secreto que su hija había sido arrebatada a una pareja durante la represión militar en Argentina. Para ellos se llamaba María. Aunque un día recibirían la visita de la abuela de la niña, Bea, que sabía que su nombre de nacimiento era Salma. La historia trágica de niños robados a los revolucionarios y que de alguna manera esquizofrénica se quedaron como propios militares del régimen, y que las llamadas Abuelas de Mayo acabaron sacando a la luz.

Pero Salma/María tiene ya veinte años y decide visitar la aldea de Orense de donde era la familia de su madre desaparecida. Y aquí Roberto Villar construye el otro centro dialéctico de esta novela, incluso recurriendo a un mapa narrativo más cercano al que fuera llamado «realismo mágico» que al descriptivo de la primera parte.

En la aldea vive su primo Ramón y con él Salma iniciará el descubrimiento del amor y del sexo, dejando atrás aquella otra realidad de Buenos Aires, de alguna manera como reiniciando la vida amorosa de sus padres desaparecidos. Incluso su abuela Bea viajará a Orense para contarle quién había sido Salma. Un cuaderno rojo que escribirá día a día Salma, una bruja del pueblo y una pareja de mujeres ancianas que vivían su sexualidad encerradas en su casa son algunos de los elementos con los que Roberto Villar nos va mostrando una realidad que, como la protagonista, tiene varios nombres y varios espejos.