El monje que huyó en camisón

La editorial Random House comienza la Biblioteca César Aira con una novedad, «El santo», a la que seguirán otros títulos del autor. Aira está considerado uno de los escritores más brillantes de Hispanoamérica y sus lectores son legión también en otras latitudes. En «El santo» van a encontrar al Aira disparatado y divertido de siempre contando una historia que comienza en una población de la costa catalana durante la Edad Media. Allí vive un anciano monje dedicado a la oración y con cierta facilidad para hacer milagros, lo que hace peregrinar hasta su monasterio a feligreses de todo el mundo cristiano. Cuando el monje, pasados los sesenta, anuncia su intención de volver a su Italia natal, el abad y las autoridades, temiendo perder la principal fuente de ingresos de la región, encargan su asesinato para aprovechar los beneficios de la explotación de su cuerpo como reliquia.

Esto es solo el principio y es más que de sobra para que el lector se frote las manos ante las expectativas. Precisamente ésta es una de las claves de la escritura del argentino: el continuo desafío a las expectativas del público. A partir del sorprendente comienzo sigue improvisando aventuras disparatadas y desconcertantes, siempre bien hiladas, por supuesto, hasta conducir al anciano monje hasta el mismísimo corazón de África, siempre vestido con su camisón y sus pantuflas. Un viaje iniciático que le llevará a descubrir la pasión amorosa en un diminuto país y a reflexionar sobre todo lo habido y por haber: desde el comportamiento humano hasta el carácter de las mujeres pasando por esas profundidades de la psique que solo un argentino sabe traer a cuento en cualquier ocasión y con sentido. De modo que no extraña oír hablar de «la externalización de la culpa» de una reina abisinia de la Edad Media o que en el barco donde navega como esclavo el monje descubra que prefiere la poesía del pensamiento a la grosera realidad mientras contempla los nudos de las jarcias que debería desatar pero no sabe ni cómo intentarlo y se dice a sí mismo «tengo que salir más». Aira ha publicado más de noventa libros. Suele editar uno al año, aunque a veces han llegado a cinco. Es cierto que son cortos, él ha comentado en alguna ocasión que es como un niño que juega a ser químico mezclando sustancias para ver qué pasa y cuando se cansa comienza otro juego, en su caso, otro libro nuevo.