El racismo en Grecia según Márkaris
¿Se puede escribir sobre la Grecia de hoy sin hablar de la crisis? Evidentemente, no; y mucho menos, si el autor se llama Márkaris. Ésta, como las anteriores tres entregas, no es una novela sobre la situación social y económica del país heleno; se trata de un ejercicio consciente de reflexión. «Hasta aquí hemos llegado», es el epílogo a una trilogía que empezó con «Con el agua al cuello», donde se hablaba de los bandos; le seguiría «Liquidación final», en la que se abordaba la evasión fiscal; y, por último, «Pan, educación y libertad», que se centraba en la generación de la Politécnica, la de los estudiantes que se enfrentaron a la dictadura de los coroneles. Para abordar el drama desde la perspectiva de la gente común, el fajado guionist, que también es, se ha apoyado en el propio comisario Jaritos y su familia, mientras el funcionario de la ley se enfrenta a unos crímenes con el telón de fondo de la xenofobia y el odio aún latente entre los comunistas y la extrema derecha que se enfrentaron sesenta años antes.
Asistimos a la agresión que sufre la hija del comisario, Katerina, que es una joven abogada que se ha negado a marcharse de su país y ha abierto un bufete para defender a los inmigrantes sin recursos, situándose en el punto de mira del partido neonazi Amanecer Dorado. Mientras Jaritos sufre esta angustia, tendrá que investigar la aparición del cadáver de un alemán de origen griego que tenía una empresa de energía eólica. Todo apunta a un suicidio, pero un grupo de nuevo cuño autodenominado los «Griegos de los Años Cincuenta», reivindica su asesinato. El caso se complicará con la aparición de un segundo cadáver. La trama abunda en el auge de las estructuras paraestatales, los fundamentalismos, el racismo, los ajustes de cuentas del pasado... Gran colofón a una tetralogía deudora de Hammett y Chandler.