Entre Kafka y los Coen
Etgar Keret (Tel Aviv, 1967) comenzó a escribir a los 19 años, durante su servicio militar. La escritura fue en ese momento un refugio para evitar problemas, pero, sobre todo, se dio cuenta de que a través de la ficción podía ser él mismo. Ello tiene especial relevancia si se es hijo de supervivientes del Holocausto y se está acostumbrado a reprimir emociones desde muy pequeño ante unos padres que ya han sufrido bastante. «Tuberías» es el primer libro que publicó a los 25 años y muestra hasta qué punto la literatura puede convertirse en sus manos en una forma de fuga de la realidad, una huida divertida que muestra lo que se puede ver con una mirada surrealista, a veces tierna y a veces feroz, de la vida cotidiana. El comportamiento infantil, las relaciones de pareja, las normas de los adultos, el sexo, todo puede ser mirado desde un punto de vista sorprendente que convierte situaciones, a veces triviales y otras terribles, en historias de un peculiar ingenio. Un «tetrabrick» con el zumo de los mitos, libros que explican el sentido de la vida, pegamentos especiales, la canción que cantaba la madre muerta, las órdenes en el ejército, los autobuses muertos o un hombre al que le arrancan un pedazo del alma. Hay muchos puntos de partida en los cincuenta y cuatro relatos. El que da título al volumen resume el conjunto con una idea que refleja al autor: es preciso crearse un mundo a la medida cuando uno no es capaz de adaptarse al que le ofrecen.
Keret ha sido traducido a más de treinta idiomas y todos sus libros se han convertido en éxitos de venta en Israel, donde los jóvenes los esperan con avidez. Pero sus relatos conectan con lectores de cualquier país y edad que disfruten de lecturas insólitas, audaces, diferentes, en suma. Sus referentes literarios son Kafka o Gombrowick, pero durante la lectura de sus cuentos el lector puede descubrirse sonriendo de la misma forma en que lo haría ante una película de los hermanos Coen, capaces, como Keret, de mostrar hechos terribles provocando una sonrisa y hasta ternura.