«Hitler quería que la Guerra Civil española continuase para distraer a las democracias»

Pierpaolo Barbieri es todavía un nombre no tan conocido para historiadores y economistas, pero este joven argentino ya ha respondido a preguntas que nadie había sabido resolver

Pierpaolo Barbieri es todavía un nombre no tan conocido para historiadores y economistas, pero este joven argentino ya ha respondido a preguntas que nadie había sabido resolver. Entre ellas se encuentra la verdadera relación que Francisco Franco mantuvo con el líder nazi, la cual estudia en su primer libro, “La sombra de Hitler”, y se podía añadir después de la lectura, “es alargada”. Y es que para Barbieri “sobre el naciente régimen franquista había una hegemonía económica ejercida por los alemanes”, es decir, Hitler extrajo de España todos los recursos que necesitó y, como moneda de cambio, le otorgó a Franco su victoria frente a los republicanos. Una dependencia recíproca.

No lo fue porque claramente los nazis no sabían que la sublevación iba a llegar en ese momento. Sí, se puede hablar de si los italianos sabían lo que se estaba preparando por los contactos entre los monarquistas y el régimen de Mussolini.

En España existía en un imperio informal por parte de Alemania. España era parte de un sistema económico dominado por los nazis donde los recursos naturales españoles iban a Alemania para ser parte de esta industria bélica y de la economía en general. Para el momento en el que Hitler y Franco discuten que España se sumara al esfuerzo militar, ya el terreno era distinto y los españoles pudieron contrarrestar la influencia alemana con contactos con Inglaterra y su imperio y, de alguna manera, Francia.

Absolutamente. Eso es algo que Hermann Göering dijo en los Juicios de Nüremberg.

Después de la crisis de la década de los 30, se erigen por todo el mundo grandes barreras al comercio. Es como el fin de la globalización de esa época. Alemania que no tenía acceso a los mercados internacionales y todavía sufría las consecuencias del tratado de Versalles. Y en ese contexto Alemania tiene muy pocas reservas con las que pagar los insumos necesarios para su economía. Y la dislocación creada por la Guerra Civil española, la gran necesidad que tenía el ejército nacional de material bélico alemán, y también el apoyo logístico, hace que los españoles le den a los alemanes lo que quieren. Los nazis encuentras desde hierro hasta tungsteno y, además, muchos alimentos, de los que los alemanes tenían un gran déficit. Por lo tanto, el régimen franquista decide en contra de su beneficio económico y termina comerciando con Alemania.

La autarquía española es una respuesta a la política económica alemana, pero que había fallado cuando la II Guerra Mundial se pierde. Franco lo hace como respuesta al aislamiento que le imponen las democracias, y en especial Estados Unidos, por su cercanía a Hitler. Roosevelt toma la decisión personal de excluir a España de las Naciones Unidas y del sistema de Bretton Woods. Ahí es donde Franco recurre a la idea nazi e italiana de la autarquía.

Eso es un gran tema de debate. Hitler habla de como Alemania, por motivos estratégicos y económicos, le conviene que la guerra no se solucione rápido. Al principio tanto el Führer como Mussolini querían que la guerra se terminara lo más rauda posible, pero llega un momento que para Alemania los beneficios que toma de España son importantes y se están sentando las bases para un imperio de larga duración, donde las dislocaciones se hacían permanentes por medio de inversiones y entonces los alemanes en lugar de recibir el producto, pasan a ser dueños de las empresas para asegurar la continuidad de la hegemonía más allá de la guerra. En ese momento Hitler habla de que mejor para distraer a las democracias que la guerra en España continúe porque es un gran problema diplomático para todo Europa que a él beneficia.

Me interesa pensar en cómo podría ser un imperio alemán basado en un control informal en vez de formal. En ese contexto en España creo que existió un imperio mucho más real en el sentido de los recursos que en los Balcanes.

Los alemanes querían manejar sus operaciones independientemente, por eso se creó la Legión Cóndor. Sin embargo, sí tenían influencia en la estrategia militar y tomaron ciertas misiones especiales solos. Por lo cual tenían cierta autonomía, pero obviamente eran parte del aparato bélico nacionalista que en última instancia estaba comandado por Franco.

Sí. Hubo un día que cambió la historia, el 25 de julio de 1936, en el que la República queda aislada de los Estados Unidos, de Inglaterra, de Francia... los aliados que más quería atraer para pelear la guerra que se venía. Entonces, cae en los brazos de la Unión Soviética, que podremos discutir cuánto o no les ayudó, pero lo que no se puede debatir es que los motivos principales de Stalin eran personales, no apoyar a los republicanos españoles. La influencia tanto de Hitler como de Stalin creció bastante debido a la Guerra Civil, pero la penetración económica de los soviéticos no era la misma, ellos priorizaban un control político mientras que a los nazis les interesaba más la economía.

Lo más interesante de esta simbiosis entre la España y la Alemania de la época es que se manejaba el comercio por empresas monopólicas, una en España y otra en Alemania y las dos eran dirigidas por el partido nazi, lo cual va más allá de los diseños de Hjalmar Schacht, el economista del que más hablo en el libro, y pasa a ser un beneficio para los amigos del partido.

La prioridad de Franco era ganar la guerra a cualquier costo, y la motivación principal de Hitler era estratégica porque decidió intervenir en España en contra de todo lo que le decían sus jerarcas en el área de política internacional, del ministerio de exteriores. Al Führer no le interesaba la economía ni mucho menos las finanzas pero sí claramente su grupo y el liderazgo alemán, se focalizó más en los recursos que había en España que en la ideología.

Por supuesto. No hubiera ganado la guerra sin los alemanes ni los italianos, pero cuando comparamos a quién le debía más, se comportaba más servil con los alemanes.

Fue un objetivo del régimen franquista, por propaganda, esconder todo lo que Franco le debía a Hitler, y parte de enterrar la verdadera historia era promover el mito de que en Hendaya Franco había parado a Hitler y había evitado entrar en la Guerra Mundial como si ese hubiera sido su gran cálculo estratégico cuando no es tan así. Lo que no se puede negar es la deuda grande que tenía con los nazis y que hasta que Hitler lanza la Guerra Mundial en septiembre de 1939, la dependencia del régimen a los alemanes era casi absoluta no sólo en términos económicos sino también estratégicos.

¿No fue honesto Franco con los italianos?

En términos de dinero y hombres Italia mandó mucho más, sin embargo, la estrategia alemana era mucho más agresiva en términos de diplomacia económica, por lo tanto lograron beneficios mucho mayores, y creo que es algo único de mi libro que comparo explícitamente los costos de cada una de las intervenciones con lo que sacaron y los alemanes sacaron mucho más a pesar de invertir mucho menos y mandar menos soldados.