Husvedt, fuera máscaras
¿Cómo nos vemos? ¿Cómo nos ven?... ¿Cuál es el resultado de ambas percepciones? Es, éste, un interés que le viene de lejos a la autora, que elije ahora un juego de imposturas estéticas para abundar en esa cuestión. Estas páginas nacen con la excusa de un académico que intenta reconstruir la historia de una artista: Harriet Burden, quien se sirve de tres hombres que le valen de fachada para presentar su propia creación ante el mundo: tres exposiciones individuales atribuidas a Anton Tish, Phineas Q. Eldridge y el artista llamado Rune, cuyas obras se deben a la mano de Burden que presentara el proyecto «Enmascaramientos». Su propósito no sólo consistía en denunciar el prejuicio antifemenino del mundo del arte, sino que, además, pretendía desvelar la complejidad de la percepción humana y cómo las ideas inconscientes respecto a la raza o el género influyen en la recepción de una obra de arte. Cada máscara artística se convierte para la protagonista en una personalidad poética, en una elaboración visual, un yo hermafrodita que no pertenece ni a ella ni a la máscara, sino a una realidad mixta. Pero los tres artistas «pantalla» no cumplieron con los términos del pacto... A partir de los cuadernos de Harriet, parientes, los propios autores «fachada» y algún que otro crítico mordaz, se construye el análisis del proceso creativo, el inconsciente, el idioma artístico y el fraude. Con pulso forense, Hustvedt ofrece la multiplicidad de perspectivas que confluyen en la búsqueda y la construcción del «yo», así como en la reflexión sobre la mujer y el arte. Es difícil no leer este retrato de señora torturada por falta de reconocimiento a sus inquietudes artísticas por «parte de padres, profesores y amantes que sofocan la reputación de las mujeres», siendo ella la esposa de Paul Auster.
Sobre la autora
Nacida en Minnesota, vive en Brooklyn. «Todo cuanto amé» supuso su consagración internacional
Ideal para...
cuantos lectores sientan curiosidad por acercarse al proceso creativo
Puntuación: 8