La vida, Clara, es puro azar
Reconocida novelista –inolvidable su clásica obra «La hija de Marx» (1996)–, precursora en nuestro país de los eficaces talleres de escritura, Clara Obligado (Buenos Aires, 1950) ha encontrado en el relato breve la más certera expresión de su creatividad; su sensata discreción, el elaborado rigor de su estilo literario, la originalidad de sus sorprendentes historias llevan camino de convertirla, si no lo es ya, en una escritora de culto, referencia ineludible de la mejor cuentística actual. «La muerte juega a los dados» agrupa unos cuentos que, como sucedía en «El libro de los viajes equivocados», mantienen entre sí la cohesión de unos personajes coincidentes y reaparecidos en unas peripecias que pueden ser leídas también de modo perfectamente autónomo.
Considerando la vida como un puro azar, no exenta de una absurda comicidad en medio de su dramatismo, asistimos a los avatares de una acomodada familia porteña camino de París, en un transatlántico con lujosas fiestas de disfraces y desbordadas pretensiones sociales en el relato «Europa»; o al impresionante momento en el que un suicida moribundo pierde sus últimos recuerdos en «La sangre»; sin olvidar sobrecogedoras historias como la de una torturada durante la última dictadura argentina que distrae ese horror con recuerdos familiares en «Las eléctricas» o «La huída», vivencias de una joven raptada y prostituida en el México revolucionario. Y, cambiando de registro, destacan las divertidas historias «Zoo lógico», hilarante asimilación del comportamiento humano al animal, o «El efecto coliflor», donde un detective abandonado por su esposa aprovecha su soledad para esclarecer un oscuro crimen del pasado. Entre bromas y veras, Clara Obligado, alumna que fue del mismísimo Borges y lectora impenitente de su obra, incide en el valor de la literatura cuando leemos en «Verano»: «¿Escribimos para atrapar el tiempo? ¿Sobre la vida que pudo ser y no fue? ¿La que no nos atrevimos a llevar a cabo?» (pág. 209). Las respuestas aquí en una elaborada prosa de exquisita sensibilidad.