Los 2.000 hombres de la legión azul

La literatura sobre la División Azul es inmensa. En la historiografía de la Segunda Guerra Mundial, curiosamente, se ha publicado mucho más sobre la única división combatiente de un país no-beligerante que sobre cualquier división de las grandes potencias en lucha. Tanto es así, que hace veinte años se presentó un libro bibliográfico entero meramente para dar referencia a todas las materias publicadas, y desde aquella fecha han salido muchas más. En cambio, sobre la continuación pequeña y breve de la División Azul, que se llamaba Legión Azul, se ha escrito bien poco, y por eso podemos estar agradecidos por esta historia nueva de Xavier Moreno Juliá. Se trata del tercer libro grande que este historiador ha dedicado al tema de España y la Segunda Guerra Mundial. El primero fue una de las mejores historias de la División Azul, tal vez la mejor de todas, y ciertamente la mejor investigada y contextualizada. El segundo, «Hitler y Franco. Diplomacia en tiempos de guerra (1936-1945) (2007)», fue el estudio más extenso y completo de las relaciones entre España y la Alemania de Hitler en un solo tomo.

Comparada con la División Azul, la Legión Azul tuvo una vida breve y unas dimensiones muy reducidas. Aquélla estuvo en la línea de combate por dos años continuos sin haber sido retirada ni un día para descansar. Aproximadamente 45.000 hombres pasaron por sus filas, de los cuales 4.900 se murieron. En cambio, la Legión Azul existió por solamente seis meses, de octubre de 1943 hasta el fin de marzo de 1944. Durante esa temporada pasó menos de dos meses en combate, y por suerte eludió los ataques más directos. Fue compuesto de no más que 2.199 hombres, de los cuales solamente 37 se murieron en combate. Su historia militar, con los incidentes peripecias más importantes, está presentado en dos capítulos extensos y detallados. Mientras la literatura tan extensa sobre la División Azul es principalmente una literatura militar, la historia de la Legión tiene mucho más que ver con el entorno diplomático, y a esto se dedica la mayor parte del libro de Moreno Juliá. La investigación de archivos en los países principales es exhaustiva, y el análisis objetivo y equilibrado, características que hacen que los libros de Moreno Juliá son los mejor contextualizados de todos los sobre las División y Legión Azules.

Se cierra con unos apéndices especialmente ricos, que presentan los documentos claves, y una base de datos de un centenar de páginas que presenta los datos individuales de todos los 2.199 hombres que formaron parte de la Legión. Moreno Juliá demuestra que la mayoría del personal de la Legión venía de los últimos reemplazos de reclutas que llegaron en 1943, pero que sin embargo 42 por ciento de ellos estaban afiliados a la Falange, y así la Legión nunca dejaba de ser relativamente «azul». Esta obra contribuye mucho a precisar y también a contextualizar la historia de la Legión, ocupando un capítulo parcialmente inédito de la historia de España en la Segunda Guerra Mundial.