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Los clásicos son tan modernos

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Uno de los filósofos sin duda más interesantes del panorama actual, Peter Sloterdijk (Karlsruhe, Baden-Wurtemberg, Alemania, 1947) presenta ahora en castellano su nuevo libro, que recoge una serie de conferencias e intervenciones en distintos foros reunidas bajo el título global de «¿Qué sucedió en el siglo XX?». Además de ser un filósofo sistemático, que ha modulado el discurso teórico de su poderoso pensamiento a través de obras emblemáticas como su trilogía de las «Esferas» (1998-2004), por ejemplo, o su «Crítica de la razón cínica» (1983), él se revindica aquí también como gran orador, un filósofo en acción, de verbo vivo y capaz de abordar en distintos lugares y ocasiones temas de actualidad desde el punto de vista filosófico. Este libro contiene, entre otros temas, lúcidas reflexiones interdisciplinares sobre conceptos tan variados pero tan cruciales para la modernidad, como el de globalización, el viaje, el derecho constitucional o la ecología. Especial mención merece el capítulo que da título al libro y que versa sobre el desarrollo de la historia de la cultura y las mentalidades a través del inolvidable y convulso siglo XX, aquel que tan certeramente definió Hobsbawn como la edad de los extremos en su obra de 1994 «The Age of Extremes: The Short Twentieth Century». Sloterdijk habla del «apocalipsis de lo real» y la «lógica del extremismo» de una era de los realismos en lucha continua como lo fue el siglo XX. Pese a estar inmerso con preferencia, hablando de historia, en los debates filosóficos posthegelianos, no puede evitar Sloterdijk referirse con veneración y pasión al mundo clásico y, así, por ejemplo, en el capítulo «De la domesticación del ser humano a la civilización de las culturas», comienza sus esclarecedoras reflexiones sobre la educación con las metáforas platónicas en el diálogo «El Político» que hablan del pastor de hombres como símil del buen gobernante. La «paideia» clásica sobrevuela siempre el pensamiento de Sloterdijk y, en lo que quizá sean las páginas más brillantes de este ensayo, es muy significativo encontrar a Ulises y a la «Odisea» –quizá el héroe clásico más filosóficamente moderno y definitorio del errabundo «homo modernus»– en el capítulo titulado «Odiseo el sofista», que parafrasea inteligentemente a Nietzsche en su subtítulo «Sobre el nacimiento de la filosofía a partir del espíritu del estrés del viaje».

Divino Odiseo

El hombre globalizado y móvil por excelencia –en los aparatos de pesadilla distópica que son los «smartphones» nos reflejamos existencialmente– se reexaminan los epítetos dedicados al divino Odiseo (polytropos, polymetis, polytlas, polymechanos) en una apasionante lectura homérica en lo moderno. Cabe resaltar también las páginas, al hilo de Boccaccio, sobre el Renacimiento (nietzscheanamente «el descubrimiento del entorno a partir del espíritu de la peste) para concluir que este libro, como todo el pensamiento de Sloterdijk, es necesario y vigorizante en el panorama filosófico actual.