Cultura

Ensayo

Que reine la paz en Tierra Santa

Que reine la paz en Tierra Santa
Que reine la paz en Tierra Santalarazon

Estas páginas suponen un viaje hacia la paz del espíritu, más allá de los credos y los dogmas, en busca de la Unidad, de lo Absoluto. Un peregrinaje por las santas tierras –tierras santas– de Israel y Palestina de la mano del al autor de «Moby Dick» en el bicentenario de su nacimiento. El estadounidense recorrió aquellos pagos en busca de la «voz» y el «manantial» de la verdad eterna, al igual que cada peregrino –como el de El Camino de Santiago– emprende su búsqueda con distintas motivaciones: culturales, religiosas o persiguiendo las huellas de maestros olvidados. Siempre intentado encontrar el silencio sagrado, el vacío que el zen propugna y que contiene la verdadera esencia de todo. Melville pisó Palestina en 1857, y Expósito nos propone vivir «su viaje» –que es el nuestro– para conocer el consuelo que el novelista anhelaba. Curioso que tanto lo buscara quien tanto alivio nos proporcionó.

Sacudir conciencias

El presente libro pretende sacudir las conciencias y las almas de quienes intentan levantar muros para luego expandir ruinas. Procura llevarnos hacia el río de la vida –con el Jordán como metáfora– para que intentemos fluir y permitirnos manar... Y si no llegamos allí donde desemboca en el Mar Muerto, sus palabras, al menos, nos permiten intentar ser zahoríes de nuestras propias gotas saladas en busca de lenguajes nuevos en lo más profundo del ser humano. No duda, tampoco, en adentrarse en el muro de Jerusalén que separa religiones hermanas... sin duda, y aunque no lo mencione, se hace eco de lo que decía Hans Küng: «Hasta que las tres grandes religiones monoteístas del mundo no se pongan de acuerdo, no habrá paz en el mundo». Eso divulga este libro: un mensaje de paz, silencio, unidad, ecumenismo y fusión. Por ello, con la excusa de Melville –como «alter ego», acaso, del autor–, intenta regresar al kilómetro cero de Dios para intentar mantener la paz entre Oriente y Occidente; entre lo de arriba y lo de abajo; entre Dios y Allah; entre Allah y Yahveh... Y así, nos conduce al punto alfa, al origen, para revivir la magia y la esencia de todos aquellos que creen en la trascendencia de la carne. Curioso que se publique cuando, tras más de 1.000 años, las reliquias de San Jerónimo, que estaban en Roma, regresen a Belén. Recordemos que fue el padre de la Vulgata –la Biblia hebrea y griega traducida al latín a finales del siglo IV, tal y como hoy la conocemos–. Estupendo intento de introspección... Solo desearía recordarle al autor que la erudición, como la divulgación, sirve de igual modo a lo icongnoscible. Que no olvide lo segundo.

Sobre el autor

Expósito es poeta, escritor y periodista. Edita la colección Obra Fundamental, en la que recupera a los autores de relevancia

Ideal para...

adentrarnos en la génesis de nuestra espiritualidad de la mano de Melville

Un defecto

En ocasiones, menos es más

Una virtud

Recordarnos la necesidad de ecumenismo y la verdad del vacío y lo sagrado

Puntuación

8