Veneno o remedio
A García Ortega le mueve el meritorio placer del cicerone literario. Exponer un universo narrativo que imanta, conmociona y emociona por su radicalidad estilística. Y una vez más se empeña en darnos la razón con este volumen recopilatorio de dos «cuentarios» anteriormente publicados y una guinda inédita. En orden cronológico, las primeras páginas que atraviesa el lector son las correspondientes a «Privado Paraíso», publicado en Endymión en 1988. Quince historias que merodean por Flaubert, Cernuda o Gide. Universos que modulan pliegues mágicos que atañen a la vida de estos creadores y carreteras que nos conducen a libros que desaparecen o falsos diarios. Todos, destilados en el alambique de la obsesión por la literatura como fuente de veneno, placebo o remedio.
Más triste, mejor
Sin solución de continuidad, recalamos en nuevo puerto. Idéntico capitán, similar elan vital: «La ruta de Waterloo» que viera la luz en 2008 en Menoscuatro. Nueve historias conformadas por una mirada neutra del tú que señala y conforta porque nos convoca ante la adversidad de lo desconocido: la vida. Escueto y seco en ocasiones. En la línea de grandes narradores norteamericanos como McCarthy, entre otras. Agridulce fusión entre realidad y ficción, siempre. Cambiantes puntos de vista, situaciones de distinto rango al servicio de una irrealidad de corto aliento, que, fiel a la máxima de Monterroso, no olvida que todo buen cuento debe ser triste. García Ortega lo logra: recortes de vidas heterogéneas que serpentean entre el fracaso y la resignación. Realidad poética personalísima de quien es más vate que narrador; páginas en las que cabe destacar su privativo brindis dueño de un imaginario outsider. De entre todos estos relatos de variada temática (el lector obsesivo que necesita viajar al lugar de su novela preferida, el exquisito cocinero que recorre Europa trabajando sólo en Hoteles Metropol, el director de cine encarcelado por la caza de brujas de la era McCarthy...), destaca «Vidas, mitad de trayecto», un brillante ejercicio de contención, de azar encadenado que evidencia la comedia humana con su bifronte rostro de bellísima amargura. ¿Qué puede ocurrir en una gran ciudad desde las: 5:30 horas a las 20:30? Lean y comprenderán. El gusto por regalarnos pequeñas preseas que acumulan vida y amor a las palabras completan la entrega inédita, «La mujer de Sorrento». Palabras escritas como novelas en formato de cuento que bien pudieran alcanzar más páginas de no desear el autor dejarnos un extrañamiento en el cielo del paladar.