La finitud de David Foster Wallace: aquel fatídico 12 de septiembre de 2008

El 12 de septiembre de 2008, hace hoy 16 años, el escritor estadounidense David Foster Wallace puso fin a su vida suicidándose por ahorcamiento con tan sólo 46 años.

Foster Wallace venía arrastrando una depresión durante más de dos décadas. Al parecer, la retirada de su antidepresivo habitual, fenelzina, debido a los efectos secundarios que le estaba provocando, empeoró la situación del escritor nacido en el estado de Nueva York en febrero de 1962.

DFW es conocido principalmente por ser el autor de una de las novelas más vanguardistas del último medio siglo: 'La broma infinita' fue publicada en 1996, convirtiéndose inmediatamente en una obra de culto (la revista Time la consideró como una de las mejores 100 novelas desde 1923) aunque de difícil abordaje. Una obra compleja, mucho más citada que leída, como pasa, por ejemplo, con el 'Ulyses' deJames Joyce.

Además, Foster Wallace, quien fuera profesor de escritura creativa en diversas universidades norteamericanas, publicó en 1997 el libro de crónicas 'Algo supuestamente divertido que jamás volveré a hacer'. Crítico con la cultura de masas, con el adoctrinamiento televisivo y pesimistas con su sociedad contemporánea como se refleja en este volumen.

Otros compendios de artículos de DFW se publicaron bajo el título 'Hablemos de langostas' y 'El tenis como experiencia religiosa'. Precisamente a este deporte consagró el escritor parte de su vida: a punto estuvo de federarse para competir a nivel profesional. En 'El tenis como experiencia religiosa' hay una crónica excelente de un partido entre Roger Federer y Rafa Nadal en el US Open.

En 2011, se publicó de manera póstuma su novela inacabada 'El rey pálido'.