El Gobierno plantea el centenario de la Generación del 27 como parte de la memoria democrática

El 16 de diciembre de 1927, un grupo de escritores rindió homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla, conmemorando el tercer centenario de su muerte. La foto de todos posando juntos aquel día se convirtió en el acta fundacional de la Generación del 27, de la que forman parte nombres tan destacados como Lorca, Cernuda, Guillén, Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre, entre otros.

Mucho se mencionó ayer esa fotografía en el acto que tuvo lugar en la Residencia de Estudiantes, declarada por el Consejo de Ministros, este pasado martes, Bien de Interés Cultural. Allí, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presentó la celebración del centenario de la Generación del 27 para la que se ha creado una Comisión Nacional Conmemorativa que se encargará de organizar actividades. Junto a Urtasun se reunieron los comisarios asignados (Marifé Santiago, Raquel Lanseros, Àngels Gregori y Andrés Soria) y los representantes de algunas de las instituciones que estarán involucradas en todos los preparativos y eventos que se llevarán a cabo.

Acompañando a Urtasun estuvieron el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, quien ha sido asignado como vicesecretario de la mencionada Comisión Nacional; la directora general del Libro, del Cómic y de la Lectura, María José Gálvez; y la directora de la Residencia de Estudiantes, Alicia Gómez-Navarro.

La Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura se encargará de realizar encuentros en colegios, mientras que la Biblioteca Nacional, con la ayuda de un equipo curatorial, pondrá en marcha cuatro exposiciones: «Voces condecoradas», «Encender una llama», «La frente clara» y «El 27 y los niños».

Poesía y revolución

Tomaron primero el turno de palabra los comisarios y representantes de algunas de las instituciones involucradas. La poeta y traductora Raquel Lanseros destacó la importancia de «honrar a los antepasados». Añadió que «estamos aquí para recordar a los autores y autoras, pero también para luchar por eso que se llama poesía, que para esta generación era mucho más que escribir libros de poemas. La poesía estaba mucho más allá, en la propia vida».

La poeta y gestora cultural Àngels Gregori consideró «esencial ahondar en la dimensión internacional» de la Generación del 27, recordando que se trata de “una generación de exilios que no se entendería sin prestar atención a todos aquellos países de acogida». Afirmó que su intención es “trabajar en la planificación de actos con el objetivo de proyectar, difundir y revisitar la memoria y el legado de estos autores más allá de las fronteras de nuestro país», poniendo una especial atención en rescatar del olvido y resituar «a aquellas autoras que escribieron desde los márgenes y pasaron a la historia en letra minúscula». Este trabajo de difusión en el exterior se centrará en tres ejes concretos: las ferias internacionales, las universidades y las traducciones.

A las mujeres de la Generación del 27, el grupo conocido como «Las sinsombrero» ofreció un papel muy destacado también la doctora en filosofía Marifé Santiago, quien expresó su deseo de «dar a entender el papel que jugaron, abriendo puertas y ventanas que estaban absolutamente cerradas hasta ese momento». Santiago adelantó que en el mes de febrero ya se organizará un acto en el Ateneo de Madrid.

Ángel Víctor Torres puso el foco en el espíritu revolucionario de la Generación del 27, interrumpido por la guerra y el franquismo.

Cerró el acto el Ministro de Cultura, quien calificó esta celebración como ·un proyecto de Estado al servicio de la cultura que ve en la Generación de 27, no una fotografía estática del pasado, sino el más ilusionante y luminoso proyecto del futuro». Terminó afirmando que «celebrar el 27 es ponernos del lado de la poesía. S la poesía está de nuestro lado, todo es posible».