El golpe en la cabeza de Borges que cambió la historia de la literatura
El escritor argentino sufrió un grave accidente que le hizo probarse a sí mismo sus capacidades para la ficción literaria
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Hasta aquella Nochebuena de 1938, Jorge Luis Borges era un escritor poco conocido, apenas en los círculos académicos y literarios argentinos. Era un hombre de enorme conocimiento, probado a lo largo de ensayos, crítica y libros de poesía que hacían patente su erudición. También había llevado a cabo múltiples traducciones. Tenía 39 años y era un hombre de letras, pero no se había decidido todavía con la ficción. Sin embargo, un accidente cambió su vida y la de toda la historia de la literatura.
Hay varias versiones de los hechos: que se golpeó en la cabeza con una ventana abierta o que se cayó por las escaleras. Aunque fue atendido rápidamente, la herida en el cráneo fue bastante grave y además se infectó. Fue ingresado en el hospital, donde pasó una semana con alucinaciones y fiebre alta. Según él mismo relató la experiencia posteriormente, “fueron como ocho siglos” en los que padeció pesadillas y después una larga convalecencia. Incluso llegó a perder el habla y fue operado de urgencia. Estaba sufriendo las consecuencias de una spticemia.
Durante ese tiempo, a medida que se recuperaba, un miedo se asomó a su conciencia. ¿Qué capacidades había perdido? ¿Sería capaz de expresarse tanto verbalmente como por escrito? Decidió, por primera vez en su vida, escribir un cuento para comprobarlo. Y así fue como surgió “Pierre Menard, autor de El Quijote”, el comienzo de una de las obras más importantes de la historia de la literatura en español.
Este relato, uno de los más notables de Borges, fue incluido después en su volumen de cuentos “Ficciones” (1944), junto con otros internacionalmente reconocidos textos: “Tlön”, “Uqbar”, “Orbis Tertuis”, “Las ruinas circulares”, “La biblioteca de Babel” y “El jardín de los senderos” que se bifurcan. Con este último texto comenzó su sólida reputación como narrador.
En realidad, antes de aquel cuento y del accidente había publicado una recopilación de relatos que habían aparecido en “Diario Crítica” entre 1933 y 1934 recopilados bajo el título de "Historia universal de la infamia". Sin embargo, aquel volumen, según el propio Borges, no era más que "el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar ajenas historias".
El episodio fue plasmado por el propio autor argentino en un cuento, “El Sur”, cuando, por segunda vez en su vida, se preguntaba si podría seguir escribiendo a causa de la ceguera que padeció. En una ocasión señaló que “es, acaso, mi mejor cuento”.