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¿Por qué se están reescribiendo los libros de Roald Dahl?

Escritores, intelectuales, lectores y hasta el primer ministro británico cargan contra la revisión de términos utilizados por el escritor que se consideran "ofensivos". Palabras corrientes como "gordo" o "feo"

Roald Dahl encontró en su infancia la inspiración para recobrar el valor perdido de los adultos
Roald Dahl encontró en su infancia la inspiración para recobrar el valor perdido de los adultoslarazon

La corrección política sigue arreciando y el revisionismo no entiende de límites. El organismo que gestiona el legado del escritor británico Roald Dahl, autor de libros como "Matilda" o "Charlie y la fábrica de chocolate", ha realizado centenares de modificaciones en la obra del escritor para eliminar términos que puedan considerarse ofensivos para los lectores. Se trata de palabras como "gordo" o "feo" que serán eliminadas de la obra del autor, fallecido en 1990. La obra de Dahl ha sido vendida para su adaptación audiovisual a Netflix pero pasará previamente por el tamiz de la nueva moralidad imperante ante las protestas de lectores, que inundaron las redes sociales de su experiencia leyendo unos textos "inofensivos". Los herederos del escritor ya pidieron disculpas recientemente por los comentarios antisemitas de su pariente, varias décadas después de que emitiese sus opiniones. Todo con el objetivo de encajar ante la nueva Inquisición.

Ejemplos de las correcciones publicadas por la prensa británica se refieren a un personaje que antes era descrito como "gordo" y que ahora es "enorme", y también se han eliminado adjetivos como "feo". Además, se aplica el género neutro con los Oompa Loompas, que ya no son "hombres pequeños" sino "personas pequeñas". Las correcciones, incluso, se permiten reescribir la obra de Dahl, algo de lo que algunos expertos dudan de su legalidad. En un pasaje de "Las brujas", el protagonista anuncia que va a tirar del pelo a las mujeres para así saber si llevan pelucas como las brujas, y su interlocutor, contesta: "No puedes ir tirándole el pelo a cada chica que conoces". En la nueva versión, la respuesta es moralizante: "hay muchos otros motivos por las que las mujeres podrían usar pelucas y lo cierto es que no hay nada de malo en ello". En otro pasaje, de ese mismo libro, se sustituye la expresión "incluso aunque esté trabajando de cajera del supermercado o mecanografiando cartas para un empresario" por esta nueva frase: "incluso aunque sea una gran científica o una empresaria".

Acerca de la personalidad del escritor se manifestó Salman Rushdie. El autor de "Los versos satánicos" resumió su posición en que "Roald Dahl no era ningún ángel, pero esto es una censura absurda", señaló en su cuenta de Twitter. Dahl. El primer ministro británico, Rishi Sunak, criticó las correcciones realizadas. Para el líder conservador, "es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen". "Siempre hemos defendido el derecho al libre discurso y expresión", zanjó Sunak.

También han reaccionado en contra desde el PEN America, organización que defiende la libertad de expresión, cuya directora ejecutiva, Suzanne Nossel, expresó su "alarma" ante esta noticia. A su juicio, mejor que intervenir en los textos originales sería "ofrecer un contexto introductorio" para entender que son obras que se escribieron en otra época y circunstancias, y que resulta engañoso juzgarlas con los valores de hoy en día.