Lisa Jewell, un thriller psicológico de puertas para adentro

Somos aquello que heredamos. No solo de manera fiscal –lo que no es menos importante– o vital, sino también psicológica y emocionalmente hablando. Somos lo que vemos, pero también lo que nuestros padres han visto, lo que nuestros mayores han vivido, aprendido, sospechado y conseguido. Cada persona se forma con su propio instinto, pero también con el de quienes la rodean y el de las que alguna vez las rodearon. En esta línea, se publica en España un thriller inquietante, repleto de tensión y misterio, que se articula en torno a una herencia en todas y cada una de sus variantes. Se trata de «Dentro de casa» (Crossbooks), novela de Lisa Jewell,escritora británica cuya obra acumula más de diez millones de ventas en Estados Unidos y que ha sido traducida a más de 20 idiomas.

La historia se desenvuelve en una mansión del elegante barrio de Chelsea, una zona que la autora no escoge al azar, pues «debía ser una donde pasaran cosas terribles y nadie se diera cuenta, y en ese barrio de Londres de familias ricas hay muchas casas vacías compradas por inversores o extranjeros. No hay un espíritu de comunidad, y eso me importaba», asegura Jewell. En dicha mansión la policía encuentra a una bebé en su cuna: bien alimentada, cuidada y feliz. Pero algo inquietante hay en la cocina: tres cadáveres en estado de descomposición. Junto a ellos, una nota escrita a toda prisa. Veinticinco años después de esta escalofriante escena, Libby Jones, la que era esa niña superviviente, regresa al lugar que esconde su origen familiar y el más oscuro de los secretos. La obra se narra en tres voces: además de Libby, destacan las de Lucy y Henry Lamb. Ambos hermanastros de la protagonista, ya que fue adoptada cuanto solo tenía 10 meses.

Inspirada en una mujer real

«Todos mis libros tienen varias perspectivas», asegura, «me gusta introducir voces diferentes a la historia. El personaje que originalmente iba a ser el protagonista es el de Lucy, me inspiré en una mujer que conocí en 2017. Pero necesitaba a Libby, a ese detective que acompañara al lector a la hora de descubrir qué estaba pasando en la mansión». Ante esto, queda patente hasta qué punto Jewell huye de ser una «escritora mapa», de las que planifican antes de la página en blanco, y más bien coincide con el perfil de dejarse llevar, de la «escritora brújula»: «Soy muy instintiva, y así escribo. Solo tengo la historia dentro de mi cabeza, no puedo ni anotarla en un cuaderno ni hablar de ella. Confío en lo que voy escribiendo, porque sé que puedo hacer que funcione», admite. A la vez que confiesa, por cierto, que durante el proceso creativo «pensaba que este libro era el que iba a destrozar mi carrera. Estaba aterrorizada, pero es interesante cómo la libertad a la hora de escribir te hace tener cada vez mayor seguridad». En definitiva, la autora anima al lector a que se atreva «a desenmarañar estos misterios» a través de un thriller psicológico más terrorífico, si cabe, si se tiene en cuenta dónde se desenvuelve: en el seno de la propia familia.