Rebelión y magia cotidiana en la Antigua Roma

La Antigua Roma avanzó en tecnología aplicada, militar, así como en términos de sanidad o de derecho. Su influencia perdura aún hoy tras miles de años, por lo que el interés hacia esta época histórica nunca se apaga. Es una de las inquietudes de Inés González Lozano, quien abarca este contexto histórico en su primera novela: «Hilos de hierro» (Bohodón Ediciones). «Me interesa mucho la historia antigua y soy una gran lectora de literatura fantástica», confiesa. Y de ambos gustos nació esta novela, en la que «incluyo intrigas políticas inspiradas en las luchas de facciones en la República romana, y elementos de magia, como la liviana que poseen las estirpes patricias en la capital y el Senado, o la forja de nubes para celebrar los triunfos militares. No quería hacer una novela con dragones y hechiceros, sino con una magia cotidiana, como se veía en la Antigüedad, mezclada con la guerra», resume la escritora.

Base cultural

La trama se desenvuelve alrededor de Manio, un sanador nacido en el seno de una familia patricia en la antigua ciudad de Dridma. «Inicialmente la protagonista iba a ser Terea, una guerrera que aparece en un papel secundario. Pero mi padre enfermó poco después de empezar a escribir, lo que hizo que me inclinara por esa otra figura, manteniendo el trasfondo bélico», explica González. El aprendizaje de Maino como médico se frustra, y marcha a Cuerta, donde trabajará para una asociación criminal que se dedica a la extorsión y protección mágica. Una vieja rencilla le llevará, además, al ejército, luchando contra la rebelión del cruel Drungaro, y a conocer las más altas esferas, sus excesos, conjuros e intrigas políticas.

Con esta primera novela, la escritora madrileña busca entretener al lector, así como «mostrar el punto de vista de un hombre bueno y sencillo, al que el destino empuja a lo extraordinario, a lo épico, pero siempre manteniendo una mirada limpia sobre circunstancias como la peste, la pobreza, la guerra, el amor, el engaño...», justifica. Pero, ¿por qué todo ello en la antigua Roma? Para la autora, es una época repleta de posibilidades de cara a crear una trama, «por un lado por su influencia en nuestra historia, que se ve en libros, películas o series, que hacen que nos resulte una época cercana y en la que identificarnos. Pero también porque es lo suficientemente lejana como para que la vistamos con un aura legendaria. Está entre lo verosímil y lo fantástico».

Hay, dice González, «mucho que aprender del pasado, pues es la base de gran parte de nuestro legado cultural, a través de obras de grandes escritores y filósofos, así como por la vía del catolicismo, que hereda y transmite la cultura romana». En este sentido, la escritora ha desarrollado, para la escritura de «Hilos de hierro», una profunda y ardua labor de investigación, que le ha llevado a las páginas de grandes autores de la Antigüedad. Como referencia, ha utilizado «los tratados hipocráticos, para las operaciones quirúrgicas y heridas de guerra. También el de medicina de Dioscórides y la historia natural de Plinio, para el uso de hierbas medicinales», continúa, «las sátiras de Horacio y Juvenal para conocer el ambiente en los barrios pobres y textos griegos de maleficios para la magia. En temas bélicos y sobre ingeniería militar, he acudido a Plutarco y a los estudios de Peter Conolly», concluye.