Mónica Carrillo: «Me encanta poder ser el traje a medida de otras personas»

Mónica Carrillo es un alma inquieta, el talante y la sonrisa con la que llega a la cita la delata, transmite seguridad y alegría. Como presentadora de informativos es un rostro conocido, pero esa inquietud suya se ha desarrollado a través de la escritura, y lo que comenzó como unas reflexiones, pequeños poemas o microcuentos en Twitter, donde tiene miles de seguidores, ha crecido exponencialmente hasta convertirla en escritora de éxito. Ganadora del Premio Azorín de Novela 2020 con «La vida desnuda», también ha publicado «El tiempo. Todo. Locura», «La luz de Candela» y «Olvidé decirte quiero». Ahora sale a la venta su quinta entrega «El viento nos llevará» (Planeta), que define como «un paseo por la vida».

¿Sigue jugando al escondite con sus libros?

Ahora no, pero en verano tendré que hacerlo de nuevo (risas), me lo paso muy bien escondiéndolos y la verdad es que los seguidores entran al trapo, nos encanta jugar.

¿Adónde nos llevará este viento de su nuevo libro?

La pretensión es que el lector pueda viajar a través de estos microcuentos y, aunque el viento los lleve muchas veces a su merced, al final los lleve a buen puerto.

Todos sus libros tienen el amor como leitmotiv.

Sí, para mí es muy importante, es lo que nos une a todos, es lo que nos conecta y está bien hablar de ello, la poesía ayuda a conocernos mejor, aunque sea con la voz de otros, y a mí me encanta poder ser el traje a medida de otras personas con letras escritas por mí.

¿Qué es para usted escribir?

Una especie de catarsis que ya se ha convertido en una necesidad, de ser una afición ha pasado a ser una manera de canalizar emociones, energía y siempre un reto. La escritura se ha convertido para mí en algo personal que hago para llegar, que me lean y emocionar al lector, pero ha llegado un momento en que necesito hacerlo porque ya forma parte de mí y escribiría igualmente aunque no publicase.

Las redes sociales, como la vida, tienen una parte oscura, pero intento alejarme

¿Cómo definiría este libro?

Es una mezcla difícil definir porque he ido evolucionando, todo surgió en Twitter y con la limitación de caracteres eran composiciones pequeñas, pero ya no la hay y puedo extenderme más, además, voy investigando, combino haiku, micropoesía, aforismos, reflexiones... sintetizar emociones es difícil, sobre todo cuando quieres que el lector se quede reflexionando.

¿La redes sociales le han dado mucho?

Sí, porque empecé ahí, para mí han sido una herramienta fundamental, un estímulo. Se critican porque generan debate y controversia, pero en mi caso hay una parte muy positiva, me nutro mucho, fue lo que me animó a escribir.

¿Ha sufrido su parte más agresiva?

No mucho, como la vida, tienen una parte oscura, pero intento alejarme. No tengo muchos trol, pero si los hay no me interesan, son debates estériles con poco recorrido. Además, es un peaje que hay que pagar como persona pública, no puedes pretender ser líder de audiencia los fines de semana y que luego no te conozcan. Hay que llevarlo con normalidad y si alguien se excede, no entrar ahí.

¿Le preguntan mucho si prefiere ser escritora o periodista?

Sí (risas), y me hace mucha gracia tener que elegir. A mí lo que me gusta es probar, hacer cosas compatibles y complementarias, no hay por qué decantarse.

Somos muy de etiquetas, ¿no?

Para muchos soy la chica de las noticias que escribe, y es verdad, pero hago muchas más cosas que dar las noticias, no tiene nada de extraño que un periodista se dedique a escribir, hay mucha literatura hecha desde el periodismo.

¿En qué faceta tiene más seguidores?

No sería capaz de medirlo, pero sí he notado que son cauces distintos, el público más adulto me conocía por la televisión y han llegado a las redes y la literatura después, pero los jóvenes es distinto, muchos me han leído en Twitter o Instagram primero y tienen mis libros, son canales diferentes, más por la brecha generacional que por el medio en sí.