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Libros

María Dueñas vuelve a reinar en la FIL

La autora, una de las más queridas por los lectores en México, vuelve a convertirse en una de las escritoras favoritas del público con su nuevo libro, «Por si un día volvemos»

Feria Internacional del libro de Guadalajara (FIL) (México). Acto María Dueñas. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 01 12 2025
María Dueñas, firmando libros en la FILAlberto R. RoldánFotógrafos

María Dueñas es una forjadora natural de personajes. Lo hizo con Sira en «El tiempo entre costuras», una obra que, a pesar de los años que han transcurrido desde su publicación, pervive en las librerías y que continúa cautivando a cientos de lectores, como se demostró el año pasado en la FIL, donde fue una de las autoras más reclamadas por el público. Ahora lo ha vuelto a hacer con una protagonista de singular retrato que lleva consigo un nombre falso, Cecilia Belmonte, que llega a Orán, una ciudad árabe, pero de administración francesa, encaramada al Mediterráneo, enjambrada de pobrezas y un colonialismo residual, pero vigente. Una muchacha dura, de pobrezas rurales y miserias enredadas en los ropajes, que proviene de los estratos más desfavorecidos.

Con estos pespuntes, la narradora ha tejido un vivo tapiz de la época, del lugar, del momento y las gentes. «He tratado de reconstruir un periodo de la historia que no conocen mucho los lectores. Para eso he buscado información por todas partes. He recurrido a la música, las carteleras de los diarios, los anuncios, a lo que comían y bebían en las casas... todo lo que me podía ayudar».

«La independencia de Argelia fue una herida tremenda para todos, árabes, franceses y españoles»

María Dueñas

Un duro ejercicio literario, o sea, de ficción, que estaba acompañado por esta labor de documentación tenaz, ardua, que conllevó la reunión de planos, fotografías y entrevistarse con personas que vivieron allí y que deambularon por los mismos parajes que su escritora. «La historia empieza en los años veinte y termina en la década de los sesenta, con la independencia de Argelia. Cuando llega Cecilia, todavía vibra la Primera Guerra Mundial en ese mundo, pero después viene la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, porque en las playas de Argelia desembarcan los norteamericanos. Estamos hablando de un tiempo en que este país es algo más que una posesión colonial de la Francia de ultramar. Todo funciona ahí como en la metrópolis gala. Allí viven y respiran en francés, pero cuando llega 1939, se llena de nazis, judíos machacados... Hay todo tipo de posicionamientos políticos y luego la tremebunda independencia de Argelia que comienza en 1954 y termina en 1962, y que supone una herida tremenda para todos, árabes, franceses y españoles».

Un espacio temporal de la historia tan amplio ha obligado a la autora a tomar decisiones drásticas para agilizar el avance de la narración y poder cubrir novelísticamente estos acontecimientos. «Todos estos años los tenía que describir a lo largo de estas páginas. Por eso he tenido que hacer capítulos más cortos que en otras ocasiones para poder plasmar el paso del tiempo con efectividad. El lenguaje de Cecilia también es más cortante y compacto para que todo avance con un ritmo mayor y abarcar este arco temporal».

«Nunca he querido superheroínas ni tampoco mujeres que al final logran todo lo que pretenden»

María Dueñas

A lo largo del proceso de redacción, María Dueñas ha empatizado con su personaje, Cecilia, con sus sufrimientos y su pasado, marcado por un secreto que la obliga a cruzar el mar, cambiar de identidad y a pelear para poder salir hacia adelante. «Yo estoy con ella completamente. Al cien por cien, en todas sus barbaridades y burradas, con las decisiones que toma, al contrario de lo que me pasaba con Sira».

Seguidores de María Dueñas haciendo cola para conseguir una firma
Seguidores de María Dueñas haciendo cola para conseguir una firmaAlberto R. Roldán

Dueñas reconoce que este libro es cien por cien ficción, pero admite que todas sus mujeres, incluida esta, reflejan lo que han tenido que vivir las mujeres a lo largo de la historia: «Son mujeres llenas de arrojo, valientes. Nunca he querido superheroínas ni tampoco mujeres que al final logran todo lo que pretenden. Entiendo a las mujeres, dentro de mis novelas, como han sido las mujeres de verdad a lo largo de la historia, cuando se encuentran en la retaguardia de los acontecimientos, soportando los pesares, trabajando para conseguir dinero, tirando de los hogares, soportando los momentos de guerra sin la compañía de sus hombres, encargándose de los hijos que tienen a su cargo y luchando para darles de comer».

Un trabajo duro para los guionistas

La autora reconoce que el éxito de «El tiempo entre costuras» no la cambió tanto. Al menos desde el punto de vista literario. «No me influyó para nada en mi manera de escribir posteriormente, ni siquiera después del éxito de la serie. Escribo lo que creo que tengo que escribir en cada momento y empleo en cada ocasión el tono narrativo que considero más conveniente y adecuado. Sé que no se lo pongo nada fácil a los guionistas, pero lo que yo quiero es construir una obra literaria, no un premio que se convierta en serie».

María Dueñas adelanta que, en esta ocasión, no habrá segunda parte de «Por si un día volvemos». Considera que la peripecia de su protagonista acaba en el punto donde termina en el libro, «con la prisa de aquellos que tienen que marcharse del lugar en el que vivían. La mayoría de estas personas acuden a Francia. En el puerto de Marsella, donde iban todos los barcos franceses, había pancartas que les decían a estos inmigrantes que volvieran a su casa. Los trataron muy mal. Algunos de ellos llegan a España, ya en los sesenta, cuando se atisba el desarrollo, y son los primeros que se suben al tren del turismo. Estas personas que provienen de Francia poseen una cultura más cosmopolita, más turística, y son los que abren centros de estética, discotecas y cosas muy modernas que entonces no existían en nuestra España. No habrá segunda parte de este libro por esto mismo, porque sería cómo Cecilia monta un negocio en Alicante, y no creo que eso tenga demasiado sentido».

«En la vida no logramos todo por nosotros mismos. Siempre necesitas alguien a tu lado»

María Dueñas

María Dueñas asegura que nunca ha tenido que reparar en relevantes figuras femeninas del pasado o del presente, asegura, para crear a sus personajes. «Me resulta suficiente con fijarme en las mujeres que hay a mi alrededor, que encuentro en la vida cotidiana. Tengo suficiente masa humana cerca de mí para moldearlas». La autora también admite que «soy muy poca romántica» y que todos estos aspectos personales no son de los que más le atraen de una novela. Pero aporta un argumento: «Estas mujeres deben tener alguna alegría, no va a ser todo miserias a su alrededor. En mis libros tienen amores sinceros y amores con hombres tóxicos. Al final, lo único que pretendo con esto es mostrar una historia que sea real, porque todos los seres humanos tenemos relaciones personales. Algunas funcionan bien y otras mal. Al final, en el caso de Cecilia, ella reconoce quién es el amor de su vida. Los astros se reagrupan y acaba con el hombre que se merece».

«En esta novela ves la sororidad y Cecilia recibe este apoyo a partir de mujeres muy diferentes entre sí, como esas lavanderas que le dan comida o alpargatas; las mujeres árabes que la ayudan en un momento dado o la maestra francesa que la ayuda a escribir. Cecilia se da cuenta de que para prosperar necesita a los demás. No puede ella sola. Y esto es algo que no tenía previsto. A pesar de que yo lo planeo todo, esto, precisamente, surgió así. En la vida no logramos todo por nosotros mismos. Siempre necesitas alguien a tu lado. No somos entes que vamos solos, somos individuos que vivimos en sociedad».