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Cultura

Marruecos restaura el Gran Teatro Cervantes de Tánger

Fue el primero construido en África y Rabat se compromete a mantener su nombre

Obras de restauración del teatro
Obras de restauración del teatroLe360

El Gran Teatro Cervantes de Tánger, el primero construido en el continente africano en 1913, está emergiendo después de décadas de abandono, gracias a un minucioso proyecto de restauración, informa Le360. “Hoy, un viento de renovación sopla sobre sus muros, trayendo nueva vida a este lugar lleno de historia. Lejos de ser una simple renovación, este proyecto pretende devolver todo su esplendor a este lugar legendario”.

Las obras, supervisadas por un equipo de ingenieros y expertos, se llevan a cabo bajo la dirección de la Agencia de Desarrollo del Norte (APDN), que lanzó una licitación en julio de 2022. Con un presupuesto de unos 25 millones de dírhams (6,3 millones de euros), este proyecto pretende revitalizar este monumento cultural centrándose tanto en el rejuvenecimiento de sus fachadas exteriores como en la rehabilitación de su espacio interior, en particular su gran salón.

El compromiso de la APDN y sus socios, incluida la compañía encargada de realizar esta obra, es preservar la singularidad del teatro hasta el más mínimo detalle. La restauración también tiene como objetivo conservar los techos históricos y otros elementos patrimoniales. Una vez finalizadas las obras, el Gran Teatro Cervantes podrá volver a abrir sus puertas a un millar de espectadores, perpetuando así su papel de guardián de la historia y la cultura regional.

Construido sobre una superficie de 1.200 metros cuadrados y con tres plantas, el edificio pasó a ser, desde el 1 de marzo de 2023, oficialmente propiedad del Estado marroquí, después de que el 11 de febrero de 2023 se publicara su cesión por parte del gobierno español. La escritura de donación irrevocable se emitió en 2019, tras negociaciones que duraron desde 2015, y luego validada en julio de 2020 por el Congreso de los Diputados.

En virtud de este acuerdo, Marruecos se comprometió a restaurar el edificio, obra del arquitecto español Manuel Peña Rodríguez, en su totalidad. Rabat se compromete también a mantener el nombre de “Gran Teatro Cervantes” y a dedicar sus locales al uso de utilidad pública y a la promoción de la cultura en general, y de la cultura española y marroquí en particular.