«Mentes poderosas»: Poder, poco

Director: Jennifer Yuh Nelson. Guión: Chad Hodge. Intérpretes: Amandla Stenberg, Harris Dickinson, Patrick Gibson, Miya Cech. EE UU, 2018. Duración: 104 min. Fantástico.

En un momento de «Mentes poderosas» los dos protagonistas especulan con formar parte del universo de Harry Potter. Es un brindis al sol metatextual, tal vez irónico, que se guiña un ojo a sí mismo haciendo saber a su público potencial que aspira a convertirse en una saga tan relevante, en términos de cultura popular, como la del mago de Hogwarts. Huelga decir que le vemos poco futuro: parece un «exploit» de tercera generación de «Los juegos del hambre» –lo que quiere decir de segunda generación de «Divergente» y «El corredor del laberinto»– tocado por la varita mágica de la castidad de «Crepúsculo», esta vez en clave interracial. La inconsistencia de este porvenir distópico en el que la mayoría de los niños han muerto, los adolescentes supervivientes han sido etiquetados por colores según sus poderes telequinésicos, y un pequeño Donald Trump ha creado una comunidad de súbditos que le votarán cuando la secta se convierta en partido político, se corresponde con la indomable cursilería del conjunto.

LO MEJOR

La aparición del hijo (ficticio) del presidente de EE UU augura comentarios que no llegan a cuajar

LO PEOR

Parece existir únicamente en función de sus modelos y de sus futuras secuelas