Miles de petrograbados de 6.000 años de antigüedad en México
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Arqueólogos mexicanos han identificado unas 500 piedras grabadas con alrededor de 8.000 figuras, posiblemente elaboradas hace 6.000 años, en el sitio de Narigua del norteño estado de Coahuila, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Narigua, el yacimiento arqueológico con mayor cantidad de petrograbados hasta ahora identificado en Coahuila, es acondicionado actualmente por el INAH para convertirlo en la primera zona arqueológica de ese estado abierta al público.
Los petrograbados se distribuyen en diferentes puntos de la sierra del sur del estado y están relacionados con campamentos de antiguos cazadores-recolectores en los que se han encontrado fogones y desechos de talla en lítica, así como algunas puntas de flecha.
Los materiales líticos descubiertos en Narigua son indicadores de que allí antiguos grupos fabricaron herramientas utilizadas para sobrevivir, explicó el arqueólogo Gerardo Rivas, quien encabeza una serie de trabajos para la conservación del yacimiento.
Las chozas en estos campamentos eran de materiales perecederos y en muchos casos transportables, y es difícil encontrar sus señales en el paisaje, por lo que son los fogones (hornos para cocinar y mantener el calor en temporadas frías) el rasgo más visible en la actualidad, señaló el INAH.
Rivas explicó que las características de los petrograbados varían de un lugar a otro; en algunos predominan cuentas de puntos y círculos concéntricos, aunque hay otro tipo que consiste en combinaciones de líneas rectas, onduladas y quebradas. En ciertas rocas hay representaciones de huellas de venado, señaló.
Se calcula que estas imágenes podrían tener 6.000 años de antigüedad, con base en estudios de sitios semejantes como Boca de Potrerillos, en el estado de Nuevo León.
Por comparación con otros yacimientos y con base en distintas investigaciones entre los pueblos indígenas que sobrevivieron hasta épocas recientes, se sabe que este tipo de expresiones gráfico-rupestres formaron parte de rituales de iniciación, de cacería del venado, o dedicados al cosmos, indicó el arqueólogo.