Amnistía Internacional lanza una colección de ropa comprometida
Llevar estas prendas en determinados lugares del mundo puede acabar en encarcelamiento, hostigamiento, tortura o muerte
Amnistía Internacional ha presentado 'Ropa Comprometida 2013', una colección que denuncia las violaciones de derechos fundamentales
Amnistía Internacional España ha presentado el desfile de su primera colección de ropa comprometida. Una propuesta de moda formada por 10 prendas inspiradas en historias reales de violaciones de derechos humanos en diferentes partes del mundo.
La tortura, el maltrato, la falta de libertad de expresión, la represión a la orientación sexual, la pena de muerte o la negación del derecho a la educación o de reunión, protagonizan la primera colección de ropa que Amnistía Internacional España pone a la venta en su tienda on line.
Se puede puede encontrar, por ejemplo, una camiseta que reproduce n fragmento de la 'Carta 08', manifiesto que exige el reconocimiento de los Derechos Humanos en China y que fue inspirada por el Nobel de la Paz chino Liu Xiaobo, encarcelado en una vulneración de su derecho fundamental a la libertad de expresión. "En China, el precio de esta camiseta es 11 años de cárcel. En la tienda online (de Amnistía Internacional) es de 15,95 euros", explica la campaña, que incide en que "llevar esta prenda puede llevarte a la carcel", mientras que comprarla "contribuirá a que personas presas de conciencia salgan de ella".
Asimismo, la colección incluye una camiseta con un texto en farsi sobre la libertad escrito por el bloguero iraníu Hossein Ronaghi Maleki (actualmente en prisión), un fular con la bandera gay para recordar que la homosexualidad se persigue en al menos 78 países y un bañador con una bandera de Cuba invertida como la que colgó en su vivienda el disidente encarcelado Oscar Elías Biscet.
Ropa Comprometida incluye unos pantalones anchos para recordar que en sudán las mujeres no pueden llevarlos porque se considera "indecoroso"; una camiseta con el dibujo de una mochila junto a unos agujeros de bala en honor de Malala, niña pakistaní que recibió dos balazos por reclamar su derecho a ir a la escuela y una camiseta con capucha por las integrantes de Pussy Riot, perseguidas por protestar contra el presidente ruso, Vladimir Putin.
Una falda con una bandera del Kurdistán que puede llevar a la cárcel a la mujer que se la ponga en Turquía y un mono en tejido crepé del mismo color naranja que lucen los presos que llegan al corredor de la muerte en las cárceles estadounidenses completan la colección.
Se trata de una colección de ropa doblemente comprometida. Primero, porque en ciertos países el uso de estas prendas compromete a quienes las llevan, ya que corren el riesgo de ir a la cárcel, sufrir hostigamiento, maltrato, castigo, denuncias o sufrir otro tipo de violaciones de derechos humanos. Segundo, porque muestra el compromiso de quienes las compran con el trabajo de Amnistía Internacional por la defensa de los derechos humanos.
Las prendas han sido confeccionadas y diseñadas por Carlos Gala para la ocasión. A través del diseño más actual, la colección pretende trasladar el mensaje de denuncia de Amnistía Internacional de la pasarela a las calles de una forma creativa.
El desfile ha sido sobrio y dominado por la expectación que cada prenda ha causado en el público. Además, los encargados de llenar de vida la pasarela con estas propuestas de ropa han sido bailarines y bailarinas de danza contemporánea del Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, con Pedro J. Berdäyes, Premio Nacional de Danza, a la cabeza.
Algunas de las prendas que forman esta colección, se pueden comprar desde el 18 de abril en www.amnistiainternacional.es/ropacomprometida y a través de actuaconamnistia.org/tienda.