París desvela en cien trajes de época el germen de la alta costura actual
El Museo de Artes Decorativas expondrá desde mañana hasta el 14 de abril este amplio conjunto de modelos
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París vuelve su mirada hacia la moda europea entre 1700 y 1915, una época que configuró el arte de la alta costura actual, a través de una muestra en la que se exhiben más de un centenar de trajes procedentes de dos colecciones privadas.
El Museo de Artes Decorativas de París expondrá desde mañana hasta el 14 de abril este amplio conjunto de modelos, provenientes del Centro de Arte de Los Ángeles, que esconden el germen de la moda de altos vuelos.
"Aunque la alta costura propiamente dicha apareciera a principios del siglo XX con las grandes casas de moda, ésta se fue construyendo desde principios del XVIII", aseguró a Efe uno de los dos comisarios de la muestra, el especialista Denis Bruna.
Bajo una luz tenue y en medio de un juego de espejos y paredes onduladas, "como un cinta desenrollándose de vitrina en vitrina", el visitante encontrará en esta exposición complementos, tejidos y detalles perfectamente identificables en la moda actual.
"Podría decirse que la moda es un eterno recomenzar", afirmó Bruna, que enumera las tendencias que cuajaron o por el contrario fueron abandonadas en estos dos siglos.
Las telas rayadas, por ejemplo, surgieron en la década de 1730 sin llegar a funcionar, hasta que la modista de María Antonieta las retomó cuarenta años más tarde y se convirtieron en un motivo ampliamente utilizado durante la época revolucionaria, explicó el comisario.
Los factores que influyen en el nacimiento de una tendencia van de la literatura, que hacía soñar a la aristocracia con el exotismo de destinos lejanos, a la apertura comercial que traía nuevos tejidos y a los distintos eventos políticos.
En la exposición pueden verse las numerosas influencias de "todo lo oriental y exótico", en palabras del especialista, que destacó cómo la vestimenta francesa de principios del siglo XVIII está plagada de motivos chinescos, brocados y telas indias o turcas.
Acontecimientos históricos como el reparto de Polonia entre tres potencias (Austria, Prusia y Rusia) en 1772 dejó su huella en la moda, como muestra un abrigo "a la polaca"presente en la exposición, dividido en tres partes para hacer alusión a ese evento.
También algunas prendas de tiempos de la Revolución Francesa, cuya tela sirvió de pancarta a quienes exigían el fin del absolutismo en 1789, pueden verse en esta muestra.
La influencia recíproca de Inglaterra y Francia sobrevuela toda la exhibición, al mostrar cómo la tipología de los vestidos "oscila entre el predominio de la solemnidad gala y la sencillez elegante inglesa", recordaron los responsables, que ven en ello "más que una lucha, un fructífero intercambio".
En efecto, la llegada de la moda británica a la Corte de Luis XVI permitió a las mujeres "desencorsetarse"(aunque solo hasta cierto punto) y utilizar atuendos más cómodos que les permitieran moverse con mayor libertad.
La propia Maria Antonieta, la mayor "fashion victim"de la época, se apuntó a tendencias como el vestido ligero que, aunque al principio provocaran un gran escándalo, acabaron por imponerse entre la aristocracia francesa, explicó Bruna.
La exposición pone de manifiesto que, en cualquier caso, las distintas modas tienen varias vidas, y que todo se reduce, como señaló el comisario, a "adoptar o adaptar"unos estilos a otros.
Lo evidencia la historia de la moda, desde Paul Poiret, que a principios del siglo XX convirtió su firma en una de las primeras casas de "haute couture française"retomando el estilo Imperio de la época napoleónica, al eclecticismo de la moda actual, que revisa una y otra vez las tendencias de décadas pasadas.
La muestra "Fashioning Fashion"(juego de palabras que significa "Creando Moda") evidencia que "los siglos XVIII y XIX fueron tan ricos y creativos que aún siguen siendo una fuente de inspiración y de fascinación para los modistas actuales", aseveró el comisario.