Obituario
Muere el icónico fotógrafo británico Martin Parr a los 73 años
Considerado uno de los mejores y más personales documentalistas sociales de los últimos dos siglos, el también reconocido miembro de la Agencia Magnum deja un legado imborrable en el mundo de la fotografía
Diagnosticado de cáncer en 2021, el fotógrafo Martin Parr ha muerto en su casa de Bristol a los 73 años de edad. La triste noticia, anunciada por su familia en las redes sociales, era enseguida recogida por su fundación, que nació con el objetivo de reflejar la diversidad de la cultura británica e irlandesa y encontró en Parr a su mejor y más destacado representante. "Le sobreviven su esposa Susie, su hija Ellen, su hermana Vivien y su nieto George. La familia solicita privacidad por el momento. La Fundación Martin Parr y Magnum Photos colaborarán para preservar y compartir el legado de Martin. Lo extrañaremos mucho", se podía leer.
Desde que a principios de la década de los ochenta, su trabajo comenzó a reflejar el estilo de vida de la gente corriente en Gran Bretaña, reflejando el deterioro social y los problemas de la clase trabajadora durante el gobierno de Margaret Thatcher, su estilo se empezó a consolidar hasta convertirse en un elemento identificativo evidente. Saturación cromática, escenas cotidianas que parecen intervenidas por una suerte de surrealismo estético, señoras enjoyadas, aburrimiento costero, banalidad y sobre todo un finísimo sentido del humor encerrado en la aparente lentitud de la rutina. Parr era miembro de la Agencia Magnum desde 1994 y en 2004 fue nombrado profesor de fotografía en la Universidad de Gales y director artístico invitado de los Rencontres D'Arles.
Según el fotógrafo y compañero de miradas Thomas Wheski, los temas que seleccionaba Parr y su inimitable tratamiento de los mismos lo distinguían de una manera indiscutible como fotógrafo, cuyo trabajo implicó la creación de extensas series. Parte de su singular estrategia consistía en presentar y publicar las mismas fotos en el contexto de la fotografía artística, en exposiciones y libros de arte, así como en los campos relacionados de la publicidad y el periodismo. De esta manera, trascendía la separación tradicional entre los diferentes tipos de fotografía. Gracias a este enfoque integrador, así como a su estilo y su elección de temas, sirvió durante mucho tiempo como modelo para la joven generación de fotógrafos.
"A primera vista, sus fotografías parecen exageradas o incluso grotescas. Los motivos que elige son extraños, los colores chillones y las perspectivas inusuales. Parr define el poder abrumador de las imágenes publicadas como "propaganda". Contrarresta esta propaganda con sus propias armas: la crítica, la seducción y el humor. Como resultado, sus fotografías son originales y entretenidas, accesibles y comprensibles. Pero al mismo tiempo, nos muestran de forma penetrante cómo vivimos, cómo nos presentamos a los demás y qué valoramos", subrayaba Wheski. Crítica, seducción y humor. A partir de ahora, costará un poco más saber dónde se esconden todas esas herramientas de supervivencia porque la mano de Parr ya no estará activa para poder capturarlas.
(Noticia en estado de ampliación)