Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

El Teatro Real envuelve a Siegfried en una bandera de Ucrania como homenaje a las víctimas

El equipo artístico de “El ocaso de los dioses”, en la última función de la ópera, ha realizado este acto simbólico como respeto a los afectados de la guerra iniciada por Putin

Creada:

Última actualización:

El mundo está en vilo ante las invasiones rusas en Ucrania. Miles de personas son testigos impotentes de cómo las vidas de otras miles se ven destrozadas por la guerra que ha iniciado Vladimir Putin. Y si una forma tiene la cultura de lanzar un suspiro de ánimo, un soplo de energía, es a través de sus propias herramientas. Por ello, la música del Teatro Real ha decidido rendir homenaje a las víctimas que en Ucrania están sufriendo los estragos del conflicto y los bombardeos. “El equipo artístico de ‘El ocaso de los dioses’, en la última función de la ópera -celebrada hoy-, ha envuelto el cadáver de Siegfried en la bandera de Ucrania como un acto simbólico de homenaje a las víctimas de la guerra”, explican desde el coliseo madrileño a través de un comunicado.
“El ocaso de los dioses” es una ópera en tres actos de Richard Wagner, así como la cuarta y última de las obras que componen el ciclo de “El anillo del nibelungo”. Desde el 26 de enero y hasta hoy, el Teatro Real ha acogido este “festín de traiciones, complots y venganzas que arrastrará a todos los personajes, sin excepción, a la perdición”, describe el espacio en su página web oficial. Tal y como apuntaba Joan Matabosch, director artístico del Real, ante la Prensa durante la presentación de la ópera, “Wagner planteaba en el ciclo del ‘Anillo del Nibelungo’ una metáfora para criticar la revolución industrial del siglo XIX. Lo que resulta inquietante es que esa metáfora se ha convertido hoy en literal”.
De esta manera, el final de estas representaciones en el Real ha sido tan especial como simbólico, pues “concluye así el visionario y desolador ‘El anillo del nibelungo’, concebido por Robert Carsen y Patrick Kinmonth, que coloca al hombre frente a su propio camino de autodestrucción”, explican desde el Real en el comunicado. Un final que ha sido acompañado, además de con el inmediato aplauso del público, con el acertado y emocionante homenaje hacia la situación que ahora se vive en Ucrania, que tanto dolor ha despertado a nivel internacional y que no conlleva a otra cosa que a la propia ruina.
El primer estreno de esta obra tuvo lugar en el Festspielhaus de Bayreuth el 17 de agosto de 1876, así como la primera vez que se representó en el Real fue el 7 de marzo de 1909. Ahora, esta temporada ha acogido la ópera bajo la batuta del impecable Pablo Heras-Casado, así como con Robert Carsen como director de escena y el Coro y Orquesta titulares del Teatro Real. En el reparto, Andreas Schager se ha puesto en cada función en la piel de Siegfried, así como Lauri Vasar, Markus Eiche y Joachim Goltz se han ido intercambiando el rol de Gunther, entre otros artistas.