Putin propone a Gergiev la dirección del Bolshoi y el Mariinski

Se puede ya intuir hacia dónde miraba Valery Gergiev mientras le daba la espalda a sus compatriotas rusos o a quienes le pedían un rechazo de la guerra: hacia Vladimir Putin y sus ofertas a cambio de no traicionarle. A diferencia de otros artistas rusos que sí han rechazado la guerra y la violencia, el director de ópera ha mantenido el silencio respecto a la invasión rusa en Ucrania, y eso le ha costado contratos y puestos de trabajo en grandes teatros del mundo, ante todo en la Scala de Milán.

No obstante, y según indican expertos y medios de comunicación internacionales, es debido a la estrecha relación con el presidente ruso que Gergiev no ha pronunciado palabra, amistad por la que principalmente se le pedía que diera la espalda al conflicto. Ahora, parece que si bien traicionar “la causa rusa” está duramente penalizado, apoyarla está premiado: durante una conferencia sobre cultura en la que comparó Occidente con el Tercer Reich, Vladimir Putin aseguraba que el panorama musical podría estar experimentando un cambio significativo, y que la lealtad de Gergiev se vería compensada.

De esta manera, el presidente ruso se refiere a una transformación hacia algo que ya existía en la época de los zares, cuando los grandes teatros Bolshoi y Mariinski de Moscú y San Petersburgo, respectivamente, respondían a una misma dirección. Por tanto, Putin ha lanzado la siguiente pregunta a Gergiev, según publica la revista “Operawire”: “Valery Abisalovich, ya hemos hablado de esto anteriormente, ¿qué te parece la idea de recrear una dirección común para el Bolshoi y el Mariinski?”.

Ante la propuesta, la respuesta de Gergiev se centró en ensalzar la importancia de ambos icónicos teatros a nivel internacional: “Tanto el Bolshoi como el Mariinski representan una de las tradiciones musicales o musico-teatrales más poderosas de la Tierra. Creo que esta tradición se hará más fuerte. Increíbles jóvenes cantantes y bailarines llenan actualmente los escenarios de estos dos teatros. Sin duda ha llegado el momento de pensar en cómo coordinar esfuerzos”.

Si finalmente Gergiev dirige el Bolshoi y el Mariinski, esto significaría que el director se haría con el control de los principales teatros rusos, un control centralizado en una sola persona que bien recuerda a otros compositores de la historia, cuya obra y música fue utilizada por los intereses de un poder.