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El Festival de Bayreuth, en la encrucijada

El apellido Wagner es inseparable de un certamen que este año repondrá «Lohengrin», «El holandés errante» y «Tannhäuser», y que cerrará la edición con dos conciertos sinfónicos

Producción de «La valquiria», de Hermann Nitsch, representada en Bayreuth en 2021
Producción de «La valquiria», de Hermann Nitsch, representada en Bayreuth en 2021EFEAgencia EFE

El 13 de agosto de 1876 abrió sus puertas el primer Festival de Bayreuth. Lo hizo con la «Tetralogía», aunque sus dos primeras jornadas se habían ofrecido ya en Múnich. La gran ambición de Richard Wagner se había cumplido: lograba tener su propio teatro para estrenas sus óperas. Había dejado la capital bávara por algunas desavenencias con su gran protector, Ludwig II, y encontrado una ciudad que le venía bien, entre otras razones porque había vendido los derechos de sus partituras en muchos lander para resolver problemas financieros y necesitaba sitios en donde poderlas representar cobrando. Bayreuth era un lugar adecuado, aunque la Ópera del Margrave no reunía las condiciones para sus ambiciones. Puso en marcha una gran operación de captación de fondos a través de amigos, sociedades wagnerianas y el propio Bismarck, quien acabó por no apoyarle. Tuvo que volver al redil de Ludwig II para lograr su sueño. Allí estrenaría «Parsifal» (1882) asumiendo él mismo la dirección escénica y tomando la batuta al final del último acto en la última de las dieciséis funciones. Treinta años habría de durar la exclusividad de «Parsifal» en Bayreuth, pero el Met consideró que en EE UU no regía aquella ley y promovió unas representaciones «piratas». La primera oficial tendría lugar en el Liceo el 31 de diciembre de 1913.

Desde aquella fecha inicial de 1882 siempre ha estado el apellido Wagner ligado al festival. Tras la muerte de Wagner en 1883, fue su viuda, Cosima, la encargada de dirigirlo, debiendo hacer frente a problemas financieros. Ella misma asumió muchas de las direcciones escénicas. Al enfermar, en 1909, cedió el mando a su hijo Siegfried, que «modernizó» la escena transformando los telones pintados en algo más corpóreo. La Primera Guerra Mundial supuso la suspensión durante diez años. A partir de 1924 se abrió a los directores musicales, escénicos y cantantes extranjeros. Entre ellos, Toscanini. Un infarto en 1930 hizo que la dirección pasase a su viuda Winifred, quien se centró en las tareas administrativas y se alejó de las escénicas. En su periodo aterrizó Furtwängler para rivalizar con Toscanini. También es el controvertido periodo de la amistad con Hitler, quien fue padrino de sus hijos Wieland y Wolfgang. Para conmemorar los 50 años de la muerte de Wagner se tocó como excepción la «Novena» beethoveniana. En agosto de 1944 se cerró el teatro, la casa familiar (Wahnfried) acabó en ruinas y la familia huyó tras la ocupación por los americanos.

En 1951, tras la cesión por parte de Winifred de los derechos wagnerianos a sus hijos y tras un proceso de desnazificación, el teatro volvió a abrir sus puertas nuevamente bajo el mando de la familia: Wieland se ocupaba de lo artístico y Wolfgang de la administrativo. Furtwängler, Knappertsbusch, Clemens Krauss, Keilberth, Karajan y Wilhelm Pitz, entre otros, se convirtieron en referencias. Wieland sufrió abucheos al empezar una revolución que cambió los conceptos escénicos en todo el mundo al vaciar escenarios e introducir la primacía de las luces, apoyado por una gran generación de maestros y cantantes. Grace Bumbry (1961) fue la primera cantante negra y Victoria de los Ángeles la primera artista española en Bayreuth. Una época gloriosa que se truncó tras el imprevisto fallecimiento de Wieland por un cáncer. Wolfgang le sucedió en todo, pero no pudo igualarle en lo artístico. La Fundación Richard Wagner asumió en 1973 el festival y sus propiedades y la familia tuvo que admitir en ella a miembros nombrados por el Estado. Tras otra época gloriosa con nombres como Chéreau, Ponnelle, Peter Hall, Götz Friedrich, Harry Kupfer, Werner Herzog, August Everding, Horst Stein, Colin Davis, Georg Solti, Daniel Barenboim, James Levine o Carlos Kleiber.

Desde 1876 tiene lugar en el teatro Festspielhaus de Bayreuth el icónico festival de música clásica
Desde 1876 tiene lugar en el teatro Festspielhaus de Bayreuth el icónico festival de música clásicaJochen Quast/HOAgencia EFE

Tuve oportunidad de cenar con Wolfgang Wagner y su segunda mujer, Gudrun, en el propio teatro a finales de la década de 2000. Él estaba en plena decadencia y Gudrun llevó la voz cantante durante toda la cena, como lo hacía en el teatro. La situación se volvió insostenible. Gudrun murió en 2007, Wolfgang se retiró en 2008 y el ministro de Cultura alemán entregó la dirección del festival a sus hijas Eva Wagner-Pasquier y Katharina Wagner. Esta última nombró a a Thielemann como director musical, cargo hasta entonces inexistente, llegando las controversias con otros directores. Eva se retiró en 2015 y Katharina se quedó con todo, ayudada por el personal administrativo y con la obsesión por emular a sus antepasados con sus propias producciones escénicas, aunque sin conseguirlo y entrando el festival en una clara decadencia.

Retirada temporal

Recientemente, coincidiendo con la pandemia, una seria enfermedad obligó a Katharina a retirarse temporalmente. Dado que el festival se canceló, no se han tomando decisiones fundamentales, salvo la no renovación de Holger von Berg, director administrativo, cuyo contrato venció en 2021 y no había acabado de encajar en la estructura. Entretanto falleció Peter Emerich, eterno director de comunicación del teatro, siendo sucedido por Hubertus Hermann. Christian Thielemann, cuya principal valedora era Katharina, dejó las riendas musicales del festival en enero de 2021.

Lo cierto es que bien podría suceder que Bayreuth acabase sin la influencia de la familia Wagner, al menos a nivel de gestión, aunque aún quedan nombres en el tintero... El certamen comenzará esta edición con el estreno de las dos nuevas producciones anunciadas para este año: «Tristán e Isolda» y la tetralogía del «Anillo». Además de estos dos montajes, el Festival repondrá «Lohengrin», «El holandés errante» y «Tannhäuser», y cerrará la edición con un par de conciertos sinfónicos dirigidos por Andris Nelsons. La producción de Roland Schwab de «Tristán e Isolda» abrirá la programación el día 25 de julio con dirección musical de Markus Poschner, quien sustituye a Cornelius Meister tras tener que sustituir éste en la «Tetralogía» a Pietari Inkinen, afectado por Covid, y las voces de Stephen Gould, Georg Zeppenfeld, Catherine Foster, Markus Eiche, Olafur Sigurdarson, Ekaterina Gubanova y Jorge Rodríguez-Norton, que regresa al festival alemán tras convertirse en el tercer español en actuar en Bayreuth. Los primeros fueron Victoria de los Ángeles y Plácido Domingo.

La «Tetralogía» wagneriana se pondrá en escena en tres ocasiones a lo largo de un mes con la producción de Valentin Schwarz, que se recupera de la edición de 2020, cuando tuvo que ser pospuesta a causa de la pandemia. El 31 de julio se estrenará «El oro del Rin», y el 30 de agosto tendrá lugar la última representación de «El ocaso de los dioses». Cornelis Meister estará en el foso.

Intervienen en la primera parte las voces de John Lundgren, Christa Mayer, Olafur Sigurdarson, Okka von der Damerau y Arnold Bezuyen; en la segunda, «La Valquiria», Klaus Florian Vogt, Georg Zeppenfeld, Egils Silins, Lise Davidsen, Iréne Theorin y Christa Mayer; en «Sigfrido», Andreas Schager, Arnold Bezuyen, Tomasz Konieczny, Olafur Sigurdarson, Okka con der Damerau y Daniela Köhler; y en la última, Stephen Gould, Michael Kopfer-Radecky, Olafur Sigurdarson, Iréne Theorin, Christa Mayer, Okka von der Damerau y Elisabeth Teige.

Las reposiciones salvo imprevistos por la pandemia
► «Lohengrin» (del 4 al 22 de agosto): Georg Zeppenfeld, Klaus Florian Vogt, Camilla Nylund, Martin Gantner, Petra Lang, Derek Welton. Dirección musical: Christian Thielemann. Dirección escénica: Yuval Sharon
«El holandés errante» (del 6 al 27 de agosto): Georg Zeppenfeld, Elisabeth Teige, Eric Cutler, Tomasz Konieczny, Attilio Glaser. Dirección musical: Oksana Lyniv. Dirección escénica: Dmitri Cherniakov
►«Tannhäuser» (del 8 al 24 de agosto): Albert Dohmen, Stephen Gould, Markus Eiche, Jorge Rodríguez-Norton, Lise Davidsen, Ekaterina Gubanova. Dirección musical: Axel Kober. Dirección escénica: Tobias Kratzer
►Conciertos sinfónicos:
Andris Nelsons vuelve a la Festspielhaus tras el éxito de la edición anterior con un programa que incluye fragmentos de «Tannhäuser», «Rienzi» y «Tristán e Isolda». Klaus Florian Vogt será solista en las dos fechas previstas, el 31 de agosto y el 1 de septiembre.