Música

ABBA, la encantadora fórmula hortera que conquistó el mundo

Se cumplen 50 años desde que el grupo sueco ganase Eurovisión con "Waterloo", canción con la que comenzó la leyenda

In this April 6, 1974 file photo, Swedish pop group ABBA celebrate winning the 1974 Eurovision Song Contest on stage at the Brighton Dome in England with their song Waterloo.
Desde la izquierda, Björn Ulvaeus, Anni-Frid Lyngstad, Agnetha Fältskog y Benny Andersson, miembros de Abba, el día en que ganaron Eurovisión, hace 50 añosRobert DearAgencia AP

No les faltó detalle. Que si hombreras con cadenas, que si un gorro azul con brillos, que si una guitarra con forma de estrella. Fue la sonrisa encantadora de cada integrante de ABBA lo que hizo que amásemos su horterismo. Cuando el 6 de abril de 1974 la cámara de Eurovisión enfocó a Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad, las pistas de baile del mundo se volvieron brillantes y barrocas. El cuarteto, formado también por Benny Anderson y Björn Ulvaeus, interpretó "Waterloo", y se lo quitó de las manos a Napoleón. El conquistador francés cedió su monopolio de la localidad belga a unos artistas que arrancaban a conquistar el mundo, y que se llevaron la victoria del certamen musical con, cómo no, una sonrisa de oreja a oreja.

Se cumplen 50 años desde que la música y la extravagancia de la banda sueca ganasen Eurovisión. Les bastaron con 2 minutos y 46 segundos y la compañía de un director de orquesta disfrazado de Napoleón, Sven-Olof Walldoff, para que no se hablara de otra cosa. Y aún hoy siguen formando parte de la banda sonora de diferentes generaciones."Waterloo" continúa siendo la canción favorita del público eurovisivo, así como la más icónica de los suecos. Ella les brindó de un alcance internacional, descubrió al mundo el fenómeno que se formaría alrededor de la banda, y fueron las películas de "Mamma Mia!" las que terminaron de hacer la música de ABBA inmortal. "Money, money, money", "Dancing queen" o "Voulez-vous" son algunas de esas canciones que Meryl Streep o Pierce Brosnan interpretaron en la icónica cinta, y las que hacían de la fórmula hortera y amable de Abba una infalible.

Hace 50 años, ABBA hacía historia en Reino Unido, en un Eurovisión al que España acudió con "Canta y sé feliz" y Peret", y en el que actuaron otros artistas como Olivia Newton John: representaba al país anfitrión, y cantó "Long live love". Fue un certamen que dejó huella especialmente, también marcado por la ausencia de Francia, que anuló su participación por el duelo por la muerte de Georges Pompidou, así como la canción de Portugal, "E depois do adeus", cantada por Paulo de Carvalho, se convirtió en el himno de la Revolución de los Claveles.

El carisma de los de ABBA fue la guinda de una edición rebelde e histórica, y así lo resumía la revista británica "Disc Magazine": "Después del 6 de abril de 1974, el Festival de Eurovisión está muerto. Afortunadamente, los días en que chicos y chicas cantaban una canción se han ido. Ahora esperamos más que eso: una buena canción, un buen show, un buen atuendo. ABBA introdujo una nueva estrategia, y solo podemos estar alegres por ello". Cambiaron las normas del juego: abanderaron un estilo inconfundible basado en la libertad estilística, en la estética canalla, pero desde el amor, desde el buenismo de la amabilidad, y desde un sonido de rock británico. El carisma de los de ABBA fue la guinda de una edición rebelde e histórica, y ahora lo celebran publicando un especial de «Waterloo», el disco con el que comenzó todo.