Entrevista

Alejandro Sanz: «Llevo 20 años en la música urbana, no es un peinado»

Publica un single, «Correcaminos», producida por Alizz y junto a Danny Ocean, que forma parte de un EP de tres temas

Alejandro Sanz publica "Correcaminos"
Alejandro Sanz publica "Correcaminos"La Razón

Los tiempos lo exigen: publicar canciones poco a poco, mantener las novedades. Hasta Alejandro Sanz sucumbe a las tendencias, como muertra el EP que aparece mañana, con tres temas, entre los que destaca «Correcaminos», junto a Danny Ocean y producido por Alizz.

Si usted es El Correcaminos, ¿quién es el coyote?

Son los obstáculos que hay entre tú y lo que quieres lograr. Es una metáfora bonita. Tú eliges tu camino y nadie te puede parar. Ni el coyote ni nada de lo demás: no le prestas atención, ni siquiera sabes que existe. Esa es la actitud ante la vida. No me preocupa la marca Acme y sus trampas.

Eso quiere decir que siempre se sale con la suya.

No siempre, pero si el porcentaje es suficiente, está bien. A mis hijos les digo que sueñen en grande y la vida ya te dice de qué tamaño son tus sueños, pero si no los persigues, nunca llegarán.

¿Hasta qué punto necesita reinventarse para seguir en la competición?

La reinvención no existe. Si lo premeditas, no sale. Es una actitud. Yo no he hecho nada en esta canción que no lleve 20 años haciendo. No tiene que ver con vestirse así o peinarse asá.

¿Tanto?

En mi música está el flamenco, el pop, el rock, el urbano, la clásica... hay que ser agradecido y respetar todo lo que suena, pero no renuncio a nada.

¿Cuál es el poder de una canción?

Las canciones tienen dos golpes: uno en el corazón y otro en el estómago. Yo a veces voy a por uno o a por los dos.

En uno de los nuevos temas, habla con «Alejandro, el niño». ¿Qué le dice él al Alejandro de hoy?

Más bien qué le digo yo... Le agradezco lo que ha hecho por mí. Si estoy aquí es gracias su esfuerzo, valentía y compromiso.

¿Tiene su parte infantil muy presente?

Nunca hay que dejarlo irse del todo, porque ahí está tu esencia. Pasa el tiempo y dejas cosas atrás pero hay conservarlo.

La inocencia se pierde.

Es lo primero. Y está bien, porque es forma de protegerte. Cuando me he sentido traicionado he hecho esfuerzo por no volverme una persona desconfiada. No se puede estar de uñas siempre.

¿De qué está más orgulloso?

De la constancia y el compromiso que adquirí con la música de y sobreponerme a circunstancias complicadas.

Voló para conseguir libertad, ¿pagó un precio?

Todo en la vida tiene un precio. Dejé atrás privilegios como son el anonimato o la privacidad que muchos tienen y yo no. Pero a veces vale la pena.

¿Alguna vez le pesó?

Alguna vez, sí. La casa que tenía en Moratalaz era un infierno. Estaba tomada las 24 horas y el teléfono no paraba de sonar. Pero viéndolo en perspectiva, lo volvería a hacer. Mi infancia fue buena. La calle, los amigos y la guitarra.