Amancio Prada: «Los artistas nos hemos quedado a la intemperie»
Amancio Prada / Cantante. Treinta años después, el poeta leonés vuelve a recitar a Lorca y sus «Sonetos del amor oscuro» mañana en Madrid acompañado de su guitarra
Treinta años después, el poeta leonés vuelve a recitar a Lorca y sus «Sonetos del amor oscuro» mañana en Madrid acompañado de su guitarra
En la extensa y prolífica carrera de Amancio Prada (León, 1949) han influido algunos de los poetas y escritores más aclamados de nuestro país. Él mismo ha transformado versos en canciones a lo largo de más de una treintena de discos. Uno de los poemarios que más le marcó, «Sonetos del amor oscuro», de Federico García Lorca, le ha llevado al Teatro de la Abadía de Madrid, donde mañana dará el último concierto sobre el escenario de «El público», otra de las obras del poeta granadino que también se representa en estos momentos.
–Vuelve al Teatro de la Abadía con Lorca, una de sus figuras poéticas preferidas.
–Sí, llevo muchos años cantando a Lorca, pero hacía mucho que no ofrecía un recital monográfico dedicado solamente a él. Hay un primer tramo con los once «Sonetos del amor oscuro», pero en total toco veintiún temas.
–¿Cómo fue llevar estos sonetos a los escenarios hace 30 años, en 1986?
–Bueno, recuerdo el acontecimiento que supuso y la emoción de su estreno en el Centro Dramático Nacional, al que asistió la hermana de Lorca, también Juan de Ayala... En aquella ocasión, los sonetos estaban acompañados de un cuarteto de jazz que le daba cierto perfume clásico. Después del estreno llevamos el espectáculo a los teatros más importantes de España y de Europa. Ahora me han invitado a cantarlos en la escenografía de «El público», que también está en La Abadía, y eso le da un enclave muy sugerente. Además, me he sentido muy bien tratado por todo el equipo técnico, el asesoramiento... La interpretación de ahora tiene mas dinamismo que la de 1986 y cierta puesta en escena, pero al mismo tiempo más concentración, porque he hecho los sonetos más míos al tocarlos sólo con mi guitarra.
–Lorca es atemporal ochenta años después de su muerte ¿Por qué cree que es así?
–Porque es un artista excepcional. El arte en todas sus variantes, cuando da en la diana, se instala en un perenne presente. La obra de Lorca no ha hecho más que nacer y renacer, extenderse por todo el mundo; no hay quien la pare, tiene más vigencia que nunca.
–Combina estos conciertos con la gira de su último disco, «La voz descalza», en el que recita a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. ¿Falta espiritualidad en nuestra sociedad ?
–Yo no creo que haya más o menos espiritualidad ni poesía, ni corren malos tiempos para la lírica, como se dice. Pero es sorprendente que, cuanto más canto los sonetos de Lorca, más me doy cuenta de la resonancia que hay de estos místicos en su poesía, a veces de una forma literal con aquel «Vivo sin vivir en mí»... Lorca hablaba de Santa Teresa como aquella flamenca llena de duende. En definitiva, nadie crea nada, eso lo hizo Dios hace mucho tiempo. Lo que hacemos nosotros, como Lorca, es añadir un poco más de belleza en este mundo.
–Ahora la belleza no se deja ver mucho en el mundo...
–Más bien todo lo contrario. Las ciudades se han machacado bastante y cuando hemos querido reordenar el urbanismo hemos llegado tarde, algo se ha arreglado. Pero el campo hay que cuidarlo más, debemos hacerlo. Es importante que valoremos nuestro hábitat, que del campo también se vive.
–Lleva más de cuatro décadas de trabajo profesional. ¿Le gusta echar la vista atrás?
–No soy aficionado a mirar atrás, aunque no me importa, y cuando lo hago no es con nostalgia, porque siento que todo lo cantado y lo vivido sigue dentro de mí y me ha llevado al lugar donde estoy. Las canciones de mis primeros discos las sigo cantando ahora con la misma convicción y siento que cada vez lo hago un poco mejor.
–Y, además, tiene un público fiel que no le ha abandonado en tantos años.
–Sí, es muy especial, aunque yo nunca he triunfado. Uno triunfa cuando hace un anuncio, y yo no lo he hecho (risas). De éxito no voy a morir, precisamente.
–Pero no le ha hecho mucha falta el éxito...
–Para nada, me siento muy gratificado, estoy agradecido de todo lo que tengo y seguramente sea más de lo que merezca.
–Como hombre que vive de la cultura, ¿en qué estado se encuentra en estos momentos?
–Llevamos años muy duros, los artistas nos hemos quedado a la intemperie. No sólo por el IVA, sino por el desgüace de muchas orquestas, que hace que muchos músicos recién titulados no encuentren hueco para darse a conocer. Hay gente mejor preparada que nunca, y espero que poco a poco mejore esta situación.
El lector
Amancio Prada lee LA RAZÓN, entre otras cosas, porque se la encuentra «en casi todos los hoteles de España en los que me tengo que alojar por los conciertos». A pesar de ser lector de papel, acostumbra más a ojear «todos los periódicos en formato web. Eso me pasa porque soy buen y mal lector a la vez: si cojo un periódico voy a acabar leyéndomelo entero y no tengo tanto tiempo», asegura. Entre las secciones que más le interesan destaca «las entrevistas; me gustan mucho porque te ayudan a conocer más a un personaje en cuestión». También se interesa por «los editoriales y los artículos de fondo».