Carlos do Carmo: «El fado tiene ciclos: ahora le toca a las mujeres»

Un documental repasa los 50 años de carrera del fadista, ganador del único Grammy Latino para este tipo de música

"Yo empecé al mismo tiempo que Los Beatles". Lo dice Carlos do Carmo, pero no en plan jactancioso. Sólo para contextualizar en qué momentos le tocó tirar del carro del fado y cuántos años lleva haciéndolo: 50 nada menos. Volviendo a los cuatro de Liverpool, podría decirse que, siéndo sólo uno, él, Carlos do Carmo, es al fado lo que aquellos fueron al rock and roll: una leyenda. Viva. De hecho, él y Amália Rodrigues son el "sanctasanctórum"de la música folclórica portuguesa. "Y cuando Amália desapareció (en 1999), muchos pensaron que el fado había muerto, pero en estros 15 años ha habido más vitalidad que nunca", asegura Ivan Dias, director del documental "Un hombre en el mundo", que retrata el medio siglo de carrera del fadista, con especial atención a este último año.

Después de Amalia, Carlos se quedó solo en la cima, "para hacer de puente"con los que vienen detrás: "El fado tiene ciclos -explicaba hoy en Madrid-: el de los hombres y el de las mujeres. Ahora es el de las mujeres". Ahí están Carminho y, sobre todo, Marizza, quien "con su sangre africana ha supuesto una gran innovación. Hoy en día es la gran artista internacional del fado". Palabra de Do Carmo.

Numerosos factores han reavivado el interés por el fado en estas últimas décadas. Para el cantrante -"el contador de canciones", en palabras del periodista Carlos Galilea-, la película "Fados"de Carlos Saura marcó un antes y un después. Do Carmo tuvo mucho que ver en aquello: "Yo estaba viendo una película de Saura ("¿Sevillanas?", "¿Flamenco?") y le pregunté a Ivan Dias: ¿tú crees que se podría hacer algo así con el fado?". En menos que canta un gallo, Dias, productor, estaba cerrando el asunto con Saura. "Al principio no le gustó a muchos puristas, pero "Fados"pasó de polémica a unánime en poco tiempo. Ha propiciado muchas carreras internacionales y dio vida a una canción de vencidos", señala Dias. Junto al espaldarazo de Saura, el reconocimiento de la Unesco y el Grammy Latino para Carlos do Carmo el año pasado han despertado el interés fuera de Portugal.

Pero además de exportar y cuidar ese legado, el cantante lisboeta considera que hay que experimentar, arriesgarse: "En el 76 saqué un disco que hoy en día todos consideran entrañable, clásico, pero cuando se publicó muchos aseguraron que aquello no era fado". Carlos do Carmo, por su parte, está dispuesto a jugársela en su próximo trabajo: “Mi nuevo disco será muy loco”, advierte.